jueves, marzo 07, 2024

Los colombianos continúan preocupados por el costo de vida pero se mantienen optimistas


 

El más reciente estudio de consumo “Consumer Pulse Latam” desarrollado por la consultora Bain & Company, reveló que en Colombia y la región, el alto costo de vida continúa siendo la mayor preocupación de los consumidores. Esto a pesar del descenso constante en la inflación que se ha presentado en los últimos meses y que la ubican en 8,35%, según el DANE.  El informe revela que los compradores siguen siendo precavidos con sus gastos y finanzas, caso contrario a lo que pasa en regiones como Europa y Estados Unidos donde el consumo ha vuelto a cifras pre-pandémicas.

El estudio revela que el 88% de los colombianos ha experimentado cambios en su comportamiento de consumo, reduciendo significativamente sus gastos, sobre todo aquellos con ingresos bajos y medios.  Sin embargo, estos se mantienen optimistas frente a un cambio de situación macroeconómica que les permita volver a expandir su nivel de consumo. Con esto, el 41% de los encuestados prevé que en el mediano plazo (cinco años), la situación del país mejore.

Para Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en Colombia, “el estudio evidencia que la caída en el consumo no es un fenómeno que sólo se produzca en Colombia, sino que otros países de la región experimentan el mismo comportamiento. Por ejemplo, en Chile los compradores tienen la misma perspectiva, mientras que en México el consumo se ha visto más reducido respecto al resto de Latinoamérica. Con esta limitación en el consumo, los compradores han redefinido sus preferencias para gestionar su presupuesto limitado y poder maximizar su bienestar”.

Además, el comportamiento de consumo incide en factores personales como la salud. En este sentido, el estudio encontró que las preocupaciones económicas son el principal factor que incide en la salud mental de los encuestados, con un 56%, afectando principalmente a quienes perciben rentas bajas y medias, y quienes tienen una mayor cantidad de pensamientos negativos frente a la población de renta alta.

La diferencia en comportamiento entre consumidores de renta alta y baja es evidente. El contraste en hábitos de consumo, preferencias de viaje y satisfacción laboral refleja dos realidades distintas en la sociedad: quienes perciben una renta baja están enfocados en mantener una estabilidad económica y laboral para la compra de bienes, mientras que los encuestados de renta alta buscan mantener su estabilidad para realizar actividades como viajes y mejorar su calidad de vida.

Para Bain, a medida que la sociedad se adapta a las condiciones cambiantes, es evidente que el consumo y las preferencias se están redefiniendo para garantizar la estabilidad financiera y maximizar el bienestar individual. Con estas tendencias en mente, es posible vislumbrar un futuro donde la resiliencia y la adaptabilidad sean los pilares que impulsen el crecimiento y la prosperidad de Colombia.