En los últimos años, la forma de trabajar de los colombianos se ha modificado
drásticamente. De acuerdo con un nuevo estudio realizado por WeWork y Michael
Page se pudo identificar que antes de la pandemia, el 82% de los trabajadores
desarrollaban sus actividades de manera completamente presencial, cerca del 12%
de forma híbrida y solo el 6% tenían trabajos remotos.
Para el 2023, este panorama era completamente distinto, pues solamente el 12% de los trabajadores estaban presencial, el 59% en un modelo híbrido y el 29% de forma remota.
Este cambio de modalidades de trabajo y las necesidades de flexibilidad de los trabajadores, ha evidenciado algunas desventajas que las oficinas tradicionales pueden tener.
En primer lugar, se identificó que para los trabajadores, tener que recorrer largas distancias entre sus hogares y las oficinas tradicionales, es una desventaja. Cerca del 42% de los trabajadores encuestados por WeWork, deben desplazarse entre 10 y 50 kilómetros para llegar a las oficinas. Esto implica perder mucho tiempo diariamente e incurrir en gastos de transporte.
Por otro lado, las oficinas tradicionales no brindan espacios de esparcimiento, descanso, recreación o networking. En el estudio se identificó que el 54% de las personas encuentran interesante tener un área recreativa en su entorno laboral, el 22% prefiere tener un espacio de descanso disponible y el 18% desearía tener un comedor o snacks. Así, se evidencia que la arquitectura corporativa es relevante y espacios adaptados a estas necesidades, son estratégicos para atraer a quienes van a la oficina.
Adicionalmente, las oficinas tradicionales son más costosas. De acuerdo con Laura Pulido, gerente de negocio de WeWork Colombia, “mantener una oficina tradicional implica pagar un 15% más que si se considerara adquirir membresías en espacios de trabajo flexible”. La opción de alquilar oficinas de trabajo compartidas y totalmente equipadas con mobiliario y servicios, reduce los costos de las empresas y emprendimientos, al pagar sólo por los servicios realmente utilizados.
Por último, las oficinas tradicionales no suelen estar adaptadas para promover la creatividad, la interconectividad e innovación. La falta de inmobiliario tecnológico, espacios para colaborar o tener reuniones a distancia y el limitante de interactuar con personas de diferentes empresas o sectores, es una desventaja para los trabajadores.