La economía colombiana
cerró el año pasado con un crecimiento que sorprendió a la baja. Para este 2024
la recuperación será lenta y gradual, por lo que los economistas de BBVA
Research calculan que el crecimiento del PIB se ubicará en 1,5% este año y 2,8%
en 2025. Así, se concluye del más reciente informe Situación Colombia que
actualiza las proyecciones económicas y analiza el contexto internacional y
nacional.
En 2023, el PIB creció 0,6% y se observó que la inversión y el consumo de bienes terminaron con una fuerte caída. En materia de comercio exterior, las exportaciones fueron impulsadas por los servicios y las importaciones retrocedieron. Además, se presentó una desacumulación de inventarios, generada por una menor actividad en sectores como la construcción y la industria, lo que explicó parte de la desaceleración del PIB.
Bajo este panorama, según explica Mauricio Hernández, economista de BBVA Research, “hay indicadores económicos que señalan que la recuperación será lenta y tardará en consolidarse. Los factores determinantes de este comportamiento serán: la recuperación del ahorro de los hogares; las mejores condiciones de endeudamiento de los hogares; la reducción de la inflación; las menores tasas de interés; y, actuando en contra de las anteriores, la moderación del empleo”.
Lo que se está viendo es que el ahorro de los hogares viene aumentando gradualmente y apoyará las decisiones futuras de compra, especialmente de bienes durables y vivienda, este último un sector que está pasando por un momento difícil. Lo que se vio el año pasado es que los hogares regresaron al equilibrio financiero, lo que les dará espacio para asumir nuevas deudas cuando las condiciones les sean favorables. No obstante, el comportamiento menos positivo del mercado laboral pondrá algún freno a la recuperación, haciéndola gradual, de menos a más.
“En el segundo semestre de este año se acelerará la recuperación, cuando el mayor gasto de los hogares, especialmente en bienes y no tanto en servicios, se acompañe de más decisiones de inversión por parte de los empresarios. Además, la industria manufacturera y el comercio de bienes se unirán a esta tendencia de recuperación. En total, la economía transitará a dos velocidades durante 2024: una más lenta en el primer semestre y una aceleración al cierre del año que se consolidará con el mayor crecimiento que se espera para 2025”, explicó Hernández.
¿Qué pasará en términos de inflación?
En 2023, la inflación de alimentos permitió los mayores ajustes, pero la cifra sin alimentos no cedió a razón de fuertes presiones al alza en servicios, energía y combustibles. Sin embargo, “las noticias más positivas esperadas en materia de inflación significarán unas mejores condiciones financieras para los hogares desde este año. De hecho, la inflación total ya se redujo en 5 puntos porcentuales frente a su máximo (13,3%) del año pasado y esperamos en BBVA que el IPC mantenga una senda decreciente durante los próximos años, cerrando 2024 en 5,4% y 2025 en 3,8%”, explicó Alejandro Reyes, economista principal de BBVA Research.
Con este comportamiento, el estudio Situación Colombia apunta a que el Banco de la República acelere las rebajas de tasas, en parte gracias al descenso de la inflación y el débil comportamiento de la economía. La proyección es que la tasa de intervención del Emisor cerrará 2024 en 7,0%.
Otra de las variables que llama la atención y que determinará el crecimiento es el desempleo. En este punto, Hernández asegura que “la creación de empleo se moderará en 2024 y mejorará marginalmente en 2025, en línea con el comportamiento de la actividad. Las expectativas acerca de la actividad hacen prever un empleo jalonado por el sector de servicios relacionados con los servicios sociales. Desde el segundo semestre de 2024, el empleo en el comercio se acelerará y hacia finales de año el de la industria”.
Para 2025, el empleo acelerará su crecimiento, en línea con la aceleración de la actividad, jalonado por el sector de la construcción con la consolidación de las edificaciones residenciales y no residenciales, intensivas en mano de obra, la industria y los servicios privados.
En el contexto internacional, en Estados Unidos, el dinamismo de la demanda y la fortaleza del mercado laboral, que se está moderando más gradualmente de lo esperado, sostendrán el crecimiento del PIB para 2024 en 1,9%. En Europa, el PIB pasa del estancamiento a una modesta recuperación en 2024 (0,7%), cobrando cierto impulso en 2025 (1,4%), pero limitado por la mayor disciplina fiscal que es esperada desde el próximo año. En China, se espera un incremento del PIB de 4,6% en 2024 y 4,2% en 2025.
Déficit fiscal: se cumple la regla, pero ajustados
Uno de los aspectos que marcará la recuperación es la inversión, la cual no solo es una necesidad de corto plazo, también determinará la capacidad futura de crecimiento de la economía. La senda de inversión esperada por BBVA Research implica que el PIB potencial de la economía no podrá crecer por encima del 3% a mediano plazo.
En 2024, el déficit fiscal aumenta, interrumpiendo su senda de reducción, y permanece alto en 2025. Se cumple al límite con la regla fiscal, la cual fija una meta para la deuda pública, gracias a la reducción de la deuda en 2023, explicada en alta proporción por la menor tasa de cambio de cierre de año. En 2024, la deuda aumentará a niveles similares a los de 2022.
Además, a pesar del aumento de los ingresos, en 2024 el déficit será similar al de 2022, con unos gastos elevados, mayores a los de 2020 y 2021.
En cuanto al tipo de cambio se estabilizará en torno a los 4.360 pesos entre la segunda mitad de 2024 y finales de 2025. El promedio se ubicaría en 4.237 pesos en 2024 y ligeramente superior en 2025.
Entre los retos que se esperan para el próximo año “es que la economía tiene que crecer más y debe hacerlo más rápido y eso lleva a pensar qué está pasando con el gasto público, con la inversión en maquinaria y equipo, en obras civiles y vivienda, estos son los aspectos por los que hay que trabajar para que impulse el crecimiento”, concluyó Reyes.