Desde mediados de 2022, la incertidumbre y la cautela han sido los denominadores comunes entre los inversores que participan en la actividad de fusiones y adquisiciones a nivel global, pero las expectativas apuntan a que 2024 será el año de la recuperación.
Así se recoge en el informe “Del stand by hasta el infinito”, elaborado por LLYC en colaboración con iDeals y M&A Community, que analiza las tendencias que marcarán la actividad de fusiones y adquisiciones en los próximos meses con base en las opiniones recopiladas a través de una encuesta en la que participaron 110 profesionales del sector procedentes de España, Brasil, Chile, Argentina, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos, y de entrevistas en profundidad con una quincena de expertos, entre ellos, gestores de private equity, banqueros de inversión y abogados.
Prácticamente la totalidad de los encuestados son optimistas: casi un 50% cree que la recuperación podría venir en 2024 y el otro 50% opina que se podría adelantar al tercer y cuarto trimestre de este año. No obstante, todos los profesionales coinciden en que el parón de la actividad ha sido notorio. Los motivos también parecen claros, vinculados a la mayor dificultad para acceder a la financiación y su impacto en los precios. Además, la incertidumbre geopolítica, el escenario macroeconómico y el alza de los tipos de interés provocó un desajuste en las valoraciones que se ha perfilado como el principal motivo de parón para un 40% de los encuestados, una tendencia común para la región ibérica y latinoamericana.
A pesar de lo complicado de los últimos meses, la gran mayoría de los profesionales apunta a que, en general, la realidad ha resultado ser mejor que las previsiones iniciales. En casi todos los mercados, el segmento donde la actividad ha resistido mejor es el mid market, que representó un 68% de las operaciones realizadas hasta ahora. Sin embargo, incluso dentro de este segmento, los profesionales reconocen haber sido muy selectivos. De hecho, apuntan a que este carácter seguirá determinando la actividad durante los próximos meses.
El informe también recoge los principales motivos por los que las empresas y fondos deciden acometer operaciones de M&A. Más de la mitad de los encuestados (52%) afirma que, en un escenario de incertidumbre, ganar tamaño para reforzar la competitividad y afrontar los nuevos desafíos es el principal driver para completar una operación, seguido por la necesidad de responder a los retos de la transformación tecnológica y sostenible (un 16%), reestructurar el balance (un 14%) o responder a la presión accionarial (un 9%). Por tipo de inversor, de acuerdo con un 42% de los encuestados, las gestoras de private equity seguirán teniendo un papel muy relevante e incluso un 39% de los encuestados cree que su peso aumentará todavía más.
“Todas las previsiones apuntan a que la actividad de M&A se recuperará el año que viene, y frente a ese escenario, tanto fondos como inversores industriales y empresas deben estar preparados. Con este informe, desde LLYC queremos arrojar luz sobre cuáles serán las principales tendencias a tener en cuenta para encarar la recuperación desde una posición ventajosa. Tal y como afirman los expertos consultados, la reputación y la comunicación se reafirman como herramientas clave para llevar una operación a buen puerto”, afirma Luis Guerricagoitia, Director Senior del área de Comunicación Financiera y uno de los autores del informe.
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