Si cuando va al taller, siente que el
mecánico le habla en chino y no entiende qué es lo que le hacen a su vehículo,
los expertos de Goodyear nos explican las 5 revisiones esenciales que conforman
el mantenimiento preventivo de su automóvil.
1. Cambio de llantas: se hace cuando llegan a su límite de desgaste (1.6 mm) o cuando el estado de la banda de rodamiento lo indique. La llanta debe tener unas condiciones óptimas integrales para garantizar la seguridad de su operación.
2. Filtros y aceite: varía según la marca y modelo del vehículo y se recomienda realizar entre los 15.000 y 20.000 kilómetros de recorrido. Aunque algunos conductores lo hacen por sí mismos, se recomienda dejarlo en manos profesionales, pues la cantidad de aceite depende del tamaño del motor y el mecánico sabrá identificar esto con precisión.
3. Frenos: Hay síntomas que anuncian una revisión inmediata: pastillas y discos de frenos desgastados, que su grosor sea de al menos medio centímetro; giros inesperados o vibraciones al pisar el freno mientras se conduce, esto último porque no ejercen presión uniformemente; y sensación de pedal irregular, que puede ser una falla en el sistema hidráulico por fugas de líquido.
4. Batería: Las baterías suelen durar en promedio de 3 a 5 años y revisar que estas y sus conexiones estén limpias, firmes y sin corrosión, así como con sus cables en buen estado.
5. Correa del motor: Cuando una de estas correas se daña, puede ocasionar una falla en el funcionamiento del alternador del auto. La correa solo debe cambiarse cuando está dañada y la única manera de comprobarlo es con un examen visual, por lo que se debe incluir su revisión periódicamente.
No sobra mencionar otros aspectos a revisar, como luces, amortiguadores, filtro de aire en la cabina, líquido de transmisión automática y dirección hidráulica, lubricación del chasis, anticongelante, fugas de escape, bujías, líquido de parabrisas y sensor de oxígeno, alineación, balanceo de llantas y presión de aire, incluyendo la de repuesto.
Recuerde que los expertos recomiendan realizar el primer mantenimiento a los 5.000 kilómetros, el segundo a los 10.000 y a partir de ahí, más o menos, cada 15.000 o 20.000 kilómetros, siempre siguiendo lo indicado en el manual oficial del vehículo, y considerando la condición del carro por su antigüedad, uso frecuente, entre otros factores.