La transición entre la infancia, la adolescencia y la juventud implica, más allá de los cambios físicos, la adquisición de nuevas responsabilidades, especialmente, en el área financiera. De acuerdo con un estudio realizado por la OCDE el 25% de los jóvenes no tiene habilidades para tomar decisiones en relación con los gastos básicos, lo cual produce desorden en la forma cómo administran el dinero durante la etapa universitaria.
Para los expertos en finanzas, que los universitarios aprendan a administrar es fundamental no solo para que lleguen a fin de mes con algo en el bolsillo, sino para que se preparen para su vida de independientes después de la universidad. Pensando en ello, desde BBVA brindan algunas recomendaciones prácticas, para que, ante el inicio del semestre académico, puedan cuidar su salud financiera.
●Que el desorden no limite la libertad. Aprender a realizar un presupuesto es clave para tener independencia, pues permite tener un mayor control sobre los ingresos y los gastos. Viajar con los amigos, comerse una empanada de más y hasta la rumba, dependerá en gran parte de cómo se gestionan las finanzas personales, por eso la clave está en destinar el dinero necesario para el transporte, la fotocopias, el parqueadero, el tiempo de ocio e imprevistos.
●No siempre se merece algo. Los universitarios tienden a justificar los gastos “hormigas” de su día a día a partir del hecho de que se lo merecen por el esfuerzo puesto en una clase o durante la semana. Sin embargo, volver esto un hábito puede afectar el bolsillo. Por lo tanto, mantener un mejor control de los impulsos cuando se trata de tirar todo por la borda, será de gran ayuda.
●Que las deudas no te quiten el sueño. Ahora es común que los universitarios cuenten con tarjeta de crédito ya sean amparadas o propias. Este producto financiero debe verse como una oportunidad para tener una vida crediticia positiva y no como un dinero extra al presupuesto de forma innecesaria. Mucho cuidado con “mecatearse la mesada en cositas” y empezar a tapar los huecos con la tarjeta. Hay que tener en cuenta que esta debe ser bien administrada para que al final de mes no pasar por angustias.
●Buscar alternativas acordes al presupuesto: Este consejo funciona para todo. Desde buscar grupos de transporte compartido dentro del campus para movilizarse a la universidad, viajar en transporte público, usar la bicicleta, compartir las copias o comprar libros digitales, hasta hacer “vaca” para comprar comida con los compañeros son opciones de ahorro que le permitirán manejar mejor el presupuesto.
●Ahorrar es el mejor parche. Esta es una práctica que posibilita contar con fondos necesarios ante cualquier emergencia, imprevisto o meta que se desee cumplir. Así como el deporte, el ahorro requiere de mucha disciplina y constancia.
Finalmente, estas claves le permitirán tener una mejor salud financiera con la cual podrá enfrentar circunstancias como la elevada inflación que ha disminuido el poder adquisitivo de toda la población, y los jóvenes no son la excepción. Por tal razón, poner en práctica hábitos para cuidar el bolsillo puede ser de gran utilidad para afrontar la coyuntura económica y prepararse para obligaciones más importantes en el mediano plazo.