La combinación de la ciencia
informática y el conjunto de datos robustos para emitir respuestas cercanas a la
mente humana, han dado vida a la Inteligencia Artificial. Esta ya empieza a
tener injerencia en distintos sectores del desarrollo, obligando incluso a que
algunas naciones y comunidades comiencen a legislar su uso responsable. Tal es
el caso de la Unión Europea, que desarrolla sus propias Leyes de la Robótica.
La ciberseguridad en tiempos en los que los ciberataques crecen y se perfeccionan, es una prioridad para las empresas. IBM señala que “la inteligencia artificial (IA) está ayudando a los analistas de operaciones de seguridad (…) a anticiparse a las amenazas. La IA mejora su conocimiento para "comprender" las amenazas de seguridad cibernética y el riesgo cibernético al consumir miles de millones de artefactos de datos”.
Entre los usos beneficiosos de la Inteligencia Artificial para la seguridad informática, IBM señala el razonamiento de esta inteligencia y su capacidad de hallar amenazas de manera más rápida, analizar archivos maliciosos direcciones IP sospechosas, ataques internos, análisis de riesgo y la eliminación de amenazas.
Hay ya nociones y pruebas sobre cómo puede ser empleada la IA dentro de las empresas, que la ubican en la asistencia en tareas de búsqueda de información, generación de contenidos e informes, transferencia de estilo, opciones de autollenado e integración con redes sociales como WhatsApp. Se cree también que esta inteligencia está en capacidad de ayudar a entender riesgos cibernéticos para ayudar a las empresas a tomar acciones preventivas.
Es necesario que en las empresas se identifique a profundidad cuáles son las mejores prácticas en términos de ciberseguridad. Infobip a través de un estudio especializado permitió identificar el miedo al fraude como uno de los factores que más inhiben la compra digital, según el 50% de los encuestados.
Este estudio también identificó que el 44.4% de los
encuestados teme registrar sus datos personales y el 41.7% afirma la falta de
confianza en los medios o canales de venta en línea.
Ante una mayor oferta de métodos de pago digitales, crece en igual medida el miedo al fraude. Ofrecer un método de pago que resulte seguro y conveniente, les permitirá a las empresas atraer y retener a clientes de todas las edades y particularidades demográficas. Es necesario que estás adopten nuevos y mejores sistemas de seguridad y de gestión de riesgos, así como medidas de prevención ante el fraude.
Para Vivian Jones, VP Infobip para LATAM, “las empresas que llevan el liderazgo son quienes se atreven a adoptar la transformación digital para innovar en la automatización de sus procesos, a razón de enaltecer la experiencia del cliente. La oportuna transformación digital, promueve una mayor agilidad, flexibilidad y seguridad de los procesos, de extremo a extremo y en cada punto de contacto”.
Las mejores prácticas para procurar la seguridad en todo el proceso de compra digital
· La autenticación de dos factores (2FA): es una aliada al momento de reforzar la seguridad de los procesos, de extremo a extremo. Al autenticar o verificar identidad de sus clientes, las empresas aseguran que -en efecto- sean ellos y no otra persona quien esté efectuando compras a su nombre.
· Informar a los clientes acerca de los peligros que corren al iniciar sesión haciendo uso de redes de internet públicas.