lunes, septiembre 11, 2023

¿Por qué no ha llegado la tan temida recesión en el mundo?

Uno de los efectos negativos de la pandemia del Covid-19 fue la ralentización de la economía mundial durante el año 2020 y gran parte del 2021. Las consecuencias se han hecho sentir alrededor del mundo, afectando la economía de todos los países, incluidos Estados Unidos y los miembros de la UE, los cuales, según académicos y calificadoras de riesgo, podrían entrar en recesión. No obstante, ésta ha logrado ser contenida por los gobiernos y sus bancos centrales a través de medidas fiscales como el aumento de las tasas de interés, que contrarrestan con la alta inflación que ha frenado la economía e industria de diferentes países.

A pesar de los controles monetarios y fiscales ejercidos por los Bancos Centrales, se ha hablado de una posible recesión en Estados Unidos, en donde la inflación alcanzó un 9,1% interanual en junio de 2022, cayó a 3% en junio de 2023, y subió ligeramente a 3,2% en julio. Esta variación es consecuencia del aumento en las tasas de interés, que ha sido de hasta 25 puntos. Para el Departamento del Tesoro de Estados Unidos, esta situación suele ser un indicativo de una recesión en un plazo de 12 meses.

En Europa la tasa de crecimiento continúa por debajo de sus niveles prepandémicos con un PIB que solo creció 0,6% en el segundo trimestre del año. Asimismo, el Reino Unido continúa contrarrestando la inflación, que se sitúa en el 6,4% interanual, y la OCDE prevé un crecimiento de sólo 0,3% en 2023. Por otra parte, en Asia la perspectiva de crecimiento y una recesión económica son similares a pesar de que China cuenta con una deflación de -0,3%, mientras que Japón ha registrado recientemente su mayor inflación en cuatro décadas, alcanzando un 3,3% interanual en junio de 2023, porcentaje que se mantuvo en julio.

Para Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en Colombia, los efectos negativos de la economía mundial y una posible recesión han golpeado fuertemente al país y en general a Latinoamérica. Esto se ha visto reflejado en indicadores como el crecimiento del PIB del país, que fue de tan solo 0,3% interanual, muy parecido al de Reino Unido, pero además por la alta dependencia de la región de las exportaciones de bienes y servicios de países como China y Estados Unidos. Sin embargo, la inflación ha comenzado a ceder y se proyecta que el fantasma de la recesión desaparezca no sólo para las potencias económicas e industriales, sino también para los países dependientes de ellos.

Finalmente, las perspectivas en diversas regiones, desde Estados Unidos hasta Europa y Asia, se ven influenciadas por sus propias variables económicas y políticas, pero la noción de que tanto las potencias como las economías dependientes puedan alejarse del fantasma de la recesión marca un camino hacia la estabilidad económica global en el futuro cercano.