miércoles, junio 14, 2023

“Billeteras digitales impulsan la inclusión financiera”: BDO en Colombia



El uso de billeteras digitales ha experimentado un gran crecimiento en Colombia, convirtiéndose en una forma de pago popular entre los ciudadanos. Según Colombia Fintech, se han generado más de treinta millones de billeteras digitales en el país en los últimos cinco años, experimentando un aumento del 195% en su utilización.

 Las billeteras digitales ofrecen una amplia gama de facilidades de pago, en transporte público, compras en tiendas físicas y en línea, pago de facturas, recargas móviles e incluso son medios para nóminas en pequeñas y medianas empresas.

 Jaime Ríos, socio de Digital y Cyber-Advisory de BDO en Colombia, señala que el alto nivel de informalidad en el país ha sido uno de los factores clave para el rápido crecimiento de las billeteras digitales.

 Al respecto, la economía informal en Colombia es una de las más altas de Latinoamérica, ocupando el tercer lugar a nivel mundial según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).

 “Las billeteras digitales se usan en todas las regiones del país. De tal forma que en el 98% de los municipios hay usuarios registrados. La misma informalidad ha sido causa para que ellas ganen más posicionamiento. El uso de este tipo de plataformas se da principalmente en la estratificación 1, 2 y 3, en donde ha habido gran apertura”, aseguró el experto.

 El contexto de informalidad ha impulsado la adopción de las billeteras digitales como una forma de inclusión financiera que se refiere al acceso y uso de servicios financieros formales para llevar a cabo actividades económicas.

De acuerdo con el Reporte Trimestral de Inclusión Financiera de la Banca de Oportunidades, 34.5 millones de adultos en Colombia cuentan con algún producto financiero, lo que representa el 92.1% de la población colombiana.

 Dentro de las ventajas que brinda este tipo de herramientas digitales, Ríos destaca “la eficiencia en el envío y recepción de dinero, acceso e inclusión financiera; la experiencia de usuario que se otorga cada vez más intuitiva, e incluso una forma de atraer más consumidores es a través de los programas del cashback (regreso de dinero) y opciones de fidelización de puntos”. 

 Por su parte, también señala que la dependencia tecnológica y los hábitos nocivos en el entorno digital son desventajas frente al manejo de este servicio. “Los usuarios de internet suelen tener prácticas que ponen en riesgo sus datos, dos de las principales son: no contar con contraseñas seguras y registrar información sensible o abrir cuentas bancarias en redes públicas”, asegura.  

 En Latinoamérica, el ‘phishing’ (técnica de ingeniería social en el que se suplanta la identidad) es uno de los delitos más comunes y suele afectar a los usuarios que realizan con frecuencia transacciones en línea. Según el Informe anual de tendencias globales de fraude digital de TransUnion, compañía global de información, a nivel mundial, el fraude digital aumentó un 52%, y en Colombia el incremento fue del 134%.

 La firma prevé que las personas no bancarizadas tendrán más oportunidades en los próximos años por medio de los créditos inclusivos, siendo esto una forma de impulsar el crecimiento económico.

En su último estudio, la multinacional de servicios financieros, Mastercard destaca tres tendencias innovadoras que influyen en las nuevas formas de pago en los próximos años. En primer lugar, está la tokenización, la cual implica reemplazar los datos sensibles por símbolos únicos de identificación. En segundo, los pagos programables, que incluyen inteligencia artificial y los contratos inteligentes; y como tercera figura, se encuentran las billeteras ubicuas que permiten gestionar pagos y activos en diferentes contextos.

 Por último, Jaime Ríos recomienda que para hacer uso de la plataforma y lograr la confiabilidad se debe validar la política antifraude y contar con una evaluación de riesgos asociados a delitos financieros. “Usar siempre billeteras de alta reputación para prevención del fraude, que su verificación sea confiable y cuente con buenas prácticas para salvaguardar la información, de esta manera también se tendrá un fortalecimiento de la seguridad en los mercados financieros”, afirma.