Emprender es un reto arduo, pero no es
imposible. La dificultad no debe ser un motivo para desistir de la idea de
emprender o abandonar el emprendimiento ya creado, si ese es su sueño, porque
es cierto también que no todos deben ser emprendedores para alcanzar el éxito
profesional.
Pero si su sueño es realmente construir una empresa o marca, Latinoamérica es un buen lugar para hacerlo. En los últimos años se ha convertido en una región que ha visto crecer un ecosistema emprendedor muy saludable. A nivel macro, tan solo en 2021, las startups del continente lograron una financiación de hasta 19.500 millones de dólares, y entre todas ellas, 18 lograron convertirse en unicornios.
Aunque con la pandemia vino una crisis económica, los años recientes de recuperación siguen ofreciendo un panorama favorable, especialmente con el repunte de la tecnología, las redes sociales y la web, que se convirtieron en herramientas clave para echar a andar pequeñas y medianas empresas a lo largo de la región.
Emprender con cabeza fría
El entusiasmo y la inspiración son necesarios para empezar este camino, pero ser realistas también es una clave para continuar firme hacia el éxito. Por eso presentamos estos consejos realistas para emprender, proporcionados por Rafael Pardo Gabadón, Doctor Internacional en Derecho del Trabajo, especializado en emprendimiento, docente del Grado en ADE en la Universidad Internacional de Valencia -VIU, (perteneciente a Planeta Formación y Universidades) quien ha presidido también Asociación de Trabajadores Autónomos de la Comunidad Valenciana.
1. No existen mejores emprendimientos que otros: Existen sectores que están en auge, como el de la energía (energías renovables, especialmente), la tecnología (ciberseguridad), la logística o la atención a personas dependientes. No obstante, las oportunidades de emprendimiento están en todo tipo de áreas y actividades.
2. No hay emprendimientos más exitosos que otros: aunque se hable de que algunos emprendimientos están más destinados al éxito que otros, la verdad es que no hay regla matemática que afirme esto con tal exactitud. La clave dentro de todo es que el proyecto empresarial, sea cual sea, tenga una verdadera demanda en el mercado, genere valor añadido y cuente con los recursos económicos y humanos necesarios para implementarlo y desarrollarlo.
3. Cambie su trabajo por su emprendimiento con sensatez: el entusiasmo por emprender puede dibujar la ilusión de dedicarse rápidamente a un proyecto propio a tiempo completo, pero es importante considerar dos caminos. Si está a gusto en su trabajo y desea emprender para mejorar o lograr un sueño, lo más sensato es mantener su puesto mientras en sus ratos libres va trabajando en la planificación de su proyecto.
Pero si una persona no está a gusto en su trabajo, lo mejor es no prolongar la agonía y lanzarse cuanto antes en intentar su sueño, pero es muy importante hacerlo si se lo puede permitir económicamente y si se ha realizado una planificación previa suficientemente sólida.
4. La frustración es real e inevitable: todo proyecto empresarial es una carrera de fondo, llena de altibajos; hay que estar mentalizado de antemano. En este sentido, la constancia, la disciplina y, sobre todo, tener claros el camino y la meta a alcanzar, es fundamental para sortear cualquier piedra que vaya apareciendo en el trayecto. Para cuando lleguen las épocas de crisis, será importante rodearse de los mejores y estar bien asesorado.
5. Reconocer cuándo su negocio es solvente y estable: Hay tres señales iniciales para saber si su negocio es rentable: tener un buen volúmen de clientes, que estos estén realmente satisfechos con tu producto o servicio y, posteriormente, haber llegado a una buena cuenta de resultados.
Finalmente, además de tener una verdadera ilusión en el proyecto que se está construyendo, el experto en empresa Rafael Pardo añade estas consideraciones fundamentales:
«Debe contar con los recursos necesarios para su puesta en marcha, y a partir de ahí, resulta imprescindible la elaboración de un buen plan de empresa asesorado por los mejores. Dentro del plan se deben desarrollar aspectos fundamentales, como la ubicación, los recursos económicos y humanos necesarios, y sobre todo y fundamentalmente un buen plan de marketing y un estudio de mercado, que determine si verdaderamente nuestro producto o servicio cuenta con demanda en el mercado».
Todo gran emprendimiento comienza con un primer paso. Lo más difícil es tomar la decisión de darlo, si es su verdadero sueño. De ahí en adelante, la motivación y los resultados se construirán a la par que ese proyecto que lo mantiene motivado día tras día.