El equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá estima que la debilidad de la industria se mantendrá por los próximos meses, un factor confirmado por la demanda de energía, pues en términos comparativos con otros sectores, la demanda de energía del sector es la que más cae en para mayo. Así, la entidad financiera estima, de manera preliminar, que el crecimiento de la industria manufacturera se ubique en -4.5% anual en dicho mes.
El sector se contrajo -6.4% anual en abril, registrando la contracción más fuerte desde agosto de 2020; la caída del mes superó ampliamente la expectativa del consenso (-3.1%) y estuvo más próxima a la proyección de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, que se ubicó en -5.0%. Con los resultados de abril, ya se completan dos meses consecutivos de caída, aunque el indicador contó con un factor adicional que acentuó el retroceso, pues abril contó con un día laboral menos frente al mismo mes del año anterior; de este modo, la producción manufacturera ajustada por días laborales (ADL) decreció -2.4% anual.
“Si bien modera la caída, no deja de ser preocupante el desempeño del sector, pues el balance cambia sustancialmente frente a la expansión que tuvo tanto en 2021 como en 2022. Un factor a tener en cuenta es que las ventas del sector industrial también tuvieron caída en abril, con un registro de -7.7% anual, y acumularon tres meses consecutivos de retrocesos. Sin embargo, el empleo en el sector aún no muestra caída; esto podría explicarse por la recuperación asimétrica entre el empleo y la actividad, siendo esta última mucho más acentuada que la del empleo. En abril el empleo en el sector creció 0.7% anual. Si bien es una cifra menor, el indicador completó 25 meses consecutivos de crecimiento”, explicó Camilo Pérez, director de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá.
El balance por sectores confirma que las preocupaciones sobre el sector industrial son cada vez mayores; en esta ocasión, 31 de 39 sectores tuvieron contracciones, casi 80% de los subsectores se han enmarcado por una tendencia bajista. Específicamente, el subsector de minerales no metálicos no presenta un buen momento y completó tres meses de caída en abril, luego de un arranque del año con un estancamiento con tasas de crecimiento alrededor de 0%. Este desempeño va de la mano con la debilidad que muestra la producción de cemento, que se ha estancado con niveles alrededor del millón de toneladas. Esto se da en medio del panorama débil que tiene la vivienda, no solo en la construcción de nuevos proyectos, sino también en la mejora de inmuebles.
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