En un momento en el que crecimiento urbanístico en Colombia
ha colmado los espacios posibles de construcción en las ciudades principales,
tener la posibilidad de vivir a las afueras de las urbes, se ha convertido para
muchos en su mayor deseo, no solo como una opción de segunda vivienda, sino
como el ideal para disfrutar de la tranquilidad de los entornos menos
estresantes de las poblaciones aledañas, en medio de un ambiente de naturaleza
y vida, eso sí, sin alejarse de las grandes áreas urbanas.
Este sueño fue también, hace 17 años, el de Manuel García
Turizo, presidente de El Poblado S.A., quien ha hecho realidad esa ilusión para
miles de familias colombianas, al crear en el país, una empresa constructora,
desarrolladora y comercializadora de condominios campestres, que brinda a
quienes los han elegido, un entorno exclusivo de vivienda con las comodidades
de un club, y un alto margen de valorización.
“Nuestra meta como empresa, al 2025, es desarrollar 16
proyectos urbanísticos en América para seguir brindando una oportunidad
diferente de calidad de vida y tranquilidad a las familias. Actualmente, dentro
del plan estratégico de expansión, buscamos terrenos cerca a Medellín,
Valledupar y Montería. Además, estamos explorando mercado en cuatro países:
Estados Unidos, México, Ecuador y República Dominicana para llevar nuestro
innovador concepto de condominios campestres”, explica el presidente de El
Poblado S.A.
Así, con el empuje, visión y tesón que caracteriza a los
tomasinos (oriundos de Santo Tomás –Atlántico), el señor García Turizo se dio a
la tarea de formar una compañía familiar de origen barranquillero, que hoy en
día diseña, construye, financia, administra y muy pronto, será también operador
hotelero con una revolucionaria idea de vivienda turística y hoteles dentro de
sus complejos campestres.
Más proyectos para más calidad de vida
Con un único e innovador modelo de negocios, que contempla
desde los estudios de factibilidad para elegir las zonas de progreso donde
estarán sus proyectos; seguido de la construcción y operación de los modernos
clubes recreativos y deportivos que componen los condominios, y la asesoría a
los clientes para edificar su casa ideal; El Poblado cuenta hoy con nueve
proyectos que respaldan la experiencia y responsabilidad que los distingue en
el mercado.
Cabe decir que la creación de un proyecto de El Poblado
puede tomar, en promedio, unos cuatro años y se puede estar hablando de unos
60.000 millones de pesos de inversión para su construcción, desarrollo y
comercialización; lo que para los posibles clientes se constituye en un
atractivo negocio, que no incluye solo la adquisición de un inmueble, sino que
es todo un estilo de vida.
El señor García Turizo, también comenta que “la compañía
cuenta con varios proyectos a nivel nacional. Tres de ellos ya han sido
entregados completamente para el disfrute de los copropietarios, ellos son:
Poblado Campestre Riomar en el municipio de Santo Tomás, Poblado Campestre
Lagunamar en Baraona (Atlántico) y Poblado Campestre Brisamar en San José
(Caldas). La oferta en el departamento del Atlántico la completan la Reserva
Campestre Velamar, el Complejo Campestre Jwaeirruku, y el Poblado Campestre Lagomar,
ubicados en Tubará y en el municipio de Baranoa respectivamente”.
En su proceso de expansión, la empresa llegó a la zona del
eje cafetero, después de desarrollar Brisamar en San José (caldas), nace
Colinas del Mar en Risaralda (Caldas), y la Reserva Campestre Villa del Mar, en
Carmen de Apicalá (Tolima), donde se centra ahora todo el interés de
comercialización y ventas de la firma, pues está abierta la oferta para que más
familias colombianas empiecen a vivir con las comodidades de un club, en medio
de la naturaleza y el aire puro.
Finalmente, a la exitosa lista de proyectos se suman el
Poblado Campestre Verdemar, ubicado en Viterbo (Caldas). Todos estos
desarrollos manejan tres conceptos: Poblado Campestre, Complejo Campestre y
Reserva Campestre; cada uno de ellos se caracteriza por un tipo de lotes y de
vivienda, enmarcado por un entorno particular.
Por ejemplo, el Poblado Campestre ofrece lotes desde los
135 metros cuadrados y en la parte central se levanta el club social; al
Complejo Campestre lo componen varias unidades residenciales, con una entrada
independiente para el club y, las Reservas Campestres, el producto Premium de
la empresa, maneja parcelas desde los 600 metros cuadrados y, además, los lotes
tienen un área-finca, en medio de entornos de vegetación, que lo hace mucho más
exclusivo.
Carmen de Apicalá, más cerca de la naturaleza
Este mes, la compañía abre las puertas de una innovadora y
dinámica sala de experiencias en el centro comercial Unicentro, al norte de
Bogotá. Este será un lugar exclusivo para ofrecerles a muchas familias del
centro del país la oportunidad de vivir con las comodidades de un club y lo
mejor de todo, para que se sientan más cerca de la región caribe, de la capital
musical de Colombia y del eje cafetero.
Allí, en un ambiente exclusivo, sus visitantes encontrarán
información vivencial a través de proyecciones 360 de todos los proyectos de la
compañía; de los clubes de playa; los entornos comerciales y del desarrollo
urbanístico que rodean los condominios campestres y, por supuesto, las
posibilidades de financiación directa con la constructora hasta por 10 años,
casi a la medida de las necesidades de los clientes. “La idea es que los
posibles compradores sientan en esta sala, la misma calidez y modo de vida
tranquilo y fresco, que se respira en los condominios. Este es un espacio donde
se puede proyectar y soñar”, indica Manuel García, presidente de El Poblado
S.A.
En este momento, el proyecto que se roba toda la atención,
especialmente para quienes viven en la capital colombiana o hacia el centro del
país es el Poblado Campestre Villa del Mar, en Carmen de Apicalá (Tolima).
Serán 650.163 metros cuadrados los que albergarán 727 lotes, que van desde los
300 metros cuadrados, y 109 parcelas desde los 600 metros cuadrados.
Este condominio, al igual que los otros que se han
desarrollado, contará con un club campestre en el que se incluyen zonas
deportivas como piscinas para adultos y niños, canchas de fútbol, tanto
naturales como sintéticas, micro fútbol, voleibol, campo de paintball; espacios
de relajación y esparcimiento con spa, gimnasio, sauna y parques infantiles,
además de restaurantes y áreas comerciales, todo protegido bajo seguridad
privada.
Es importante resaltar que cuando se inicia un proyecto de
este tipo y de la mano de la experiencia de El Poblado, se genera un cambio
integral para la zona y su comunidad, pues este tipo de complejos urbanísticos
jalonan el progreso y el avance no solo del municipio, sino de la región.
Finalmente, resulta importante destacar que El Poblado como
marca socialmente responsable, cuida el posible impacto que los procesos de
construcción y desarrollo puedan generar, evaluando la riqueza natural en fauna
y vegetación para poner en marcha planes de compensación.