DispatchTrack, líder en soluciones logísticas inteligentes, ha identificado desafíos poco visibles y muy propios de las temporadas altas de compras online y entregas. Durante años, para el usuario latinoamericano devolver un producto no era habitual. Hoy, esta práctica es muy usual y determinante a la hora de comprar. Por ello, el mundo del e-commerce reconoce esta realidad y ha intensificado esfuerzos para mejorar la gestión de devoluciones, pues estas se convierten en protagonistas invisibles pero decisivos de la operación.
La logística inversa va más allá del transporte de regreso: implica diseñar flujos eficientes, asegurar trazabilidad total mediante tecnología avanzada y automatizar procesos para atender la creciente demanda. La analítica predictiva permite anticipar problemas y optimizar tanto la eficiencia como la sostenibilidad.
Además, la logística inversa es una estrategia en auge, que a la vez implica un reto para la sostenibilidad empresarial en Colombia y el mundo. Un reporte de la firma Global Market Insights, señala que el tamaño global del mercado de logística inversa fue valorado en USD$841.000 millones en 2024 y se prevé que crecerá a una tasa de 7,2% entre 2025 y 2034.
Carlos Díaz Ojeda, Director General para Latinoamérica de DispatchTrack, señala que entregar y devolver productos no se trata solo de rapidez, sino de compromiso con el cliente y el entorno. “Durante los picos, la presión sobre los recursos y las devoluciones se multiplica, por eso la experiencia debe ser responsable, sostenible y de alta calidad”, explica.
Sostenibilidad y eficiencia en temporadas de alta demanda
El crecimiento del comercio electrónico y los picos de alto flujo de comercio requieren una adecuada gestión de la logística inversa, cuando surge el principal reto tras la venta: la devolución de productos. Aunque necesarios, implican costos y un nuevo ciclo logístico que pueden afectar la rentabilidad y la sostenibilidad. Según Díaz Ojeda, “una devolución mal gestionada puede dañar la experiencia y el medio ambiente”.
Frente a lo anterior, el rol de la tecnología es clave, plataformas como Digital Logistic Platform (DLP) de DispatchTrack, integran soluciones especializadas que maximizan eficiencia y trazabilidad en materia de logística inversa: repensar la distribución urbana, mapear nuevas rutas y optimizar recursos son los principales aportes de estas soluciones que permiten reducir trayectos innecesarios, usar flotas eléctricas y agrupar entregas para mejorar la rentabilidad, la percepción de marca y el impacto ambiental, lo cual se traduce en una ventaja competitiva para cualquier industria.
Pero además, la optimización de rutas para recolección y la consolidación de devoluciones es fundamental, establecer políticas claras y visibles fortalece la confianza y la fidelidad de los usuarios. Por ello, para empresas y operadores logísticos en temporada alta se aconseja: invertir en análisis predictivo y consolidación de rutas; evaluar flotas limpias y puntos de recogida; diseñar políticas de devoluciones ágiles, y considerar la sostenibilidad como valor clave.
Para Carlos Díaz Ojeda, de DispatchTrack, “la logística hoy no solo se trata de cumplir, sino de hacerlo con conciencia. Las temporadas de alta demanda deben medirse no solo por ventas, sino por cómo se entrega, se hacen devoluciones y se mitiga la huella en el medio ambiente.