Llega una de las temporadas más esperadas por los colombianos: el cierre de año. Para muchos, este periodo representa la oportunidad perfecta para viajar, compartir en familia y desconectarse de la rutina. Sin embargo, sin una adecuada planeación financiera, las vacaciones pueden convertirse en una fuente de estrés económico que se extiende incluso varios meses después del regreso.
De acuerdo con estudios académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, una deficiente gestión del presupuesto de viaje puede llegar a triplicar los costos inicialmente proyectados. Entre los errores más frecuentes se encuentran los gastos impulsivos, la falta de control diario del dinero y el uso excesivo del crédito, situaciones que llevan a que el presupuesto se agote antes de finalizar las vacaciones y obligan a recurrir a préstamos no planeados o a endeudamiento con tarjetas de crédito.
Expertos de Bravo, solución especializada en liquidación de deudas y educación financiera, advierten que la falta de planificación previa, sumada a la escasa comparación de tarifas y la compra de servicios de última hora, incrementa significativamente los gastos. “Cuando no se define un presupuesto claro ni se analizan los costos con anticipación, muchas personas terminan financiando sus vacaciones con crédito, lo que implica pagar intereses y, en la práctica, encarecer considerablemente el viaje”, señalan especialistas del sector financiero.
Ante este panorama, los expertos recomiendan tener en cuenta las siguientes claves al momento de planear las vacaciones:
Planear con anticipación: organizar el viaje con tiempo permite definir fechas, rutas y actividades, además de acceder a mejores tarifas en transporte y alojamiento.
Elaborar un presupuesto detallado: es fundamental contemplar todos los gastos posibles, como alimentación, transporte local, hospedaje, actividades recreativas y un margen para imprevistos.
Establecer límites de gasto: definir un tope de gasto acorde con la capacidad económica personal ayuda a evitar excesos y a ajustar el plan de viaje a la realidad financiera.
Uso responsable de las tarjetas de crédito: aunque pueden ser una herramienta útil, deben utilizarse con moderación y pleno conocimiento de los intereses. También es recomendable revisar beneficios, convenios y promociones asociadas.
Ahorrar con antelación: el ahorro no debe ser lo que sobre al final del mes, sino un monto fijo destinado periódicamente. Iniciar con pequeñas cantidades puede marcar una gran diferencia en el presupuesto final del viaje.
Así mismo, llevar un control diario de los gastos durante las vacaciones permite evaluar si se está cumpliendo el plan y hacer ajustes oportunos para mantener el equilibrio financiero. “Registrar los desembolsos y revisar el presupuesto de forma constante ayuda a tomar decisiones más conscientes y evita sorpresas al regresar”, destacan los expertos de Bravo.
Finalmente, optar por paquetes turísticos que se ajusten a la capacidad económica puede resultar una alternativa eficiente. Los planes “todo incluido” suelen ofrecer ventajas en costos y facilitan el control del gasto, siempre que se contraten con suficiente anticipación.
Disfrutar de las vacaciones es posible sin comprometer la estabilidad financiera. La clave está en la planificación, la disciplina y el uso consciente del dinero.