A medida que las tecnologías de pago digital redefinen el comercio global, ACI Worldwide destaca la creciente competencia entre los pagos en tiempo real (RTP) y las Stablecoins (criptomonedas estables), dos fuerzas que impulsan el crecimiento económico y aceleran la inclusión financiera en toda América Latina.
Los pagos en tiempo real han ganado un impulso significativo en la región. Según las últimas proyecciones del informe Prime Time for Real-Time de ACI, se espera que las transacciones globales en tiempo real superen los 575.000 millones de pagos para 2028, representando casi un tercio de todos los pagos electrónicos en el mundo y en Colombia, se proyecta que tengan una tasa de crecimiento anual compuesto (CAGR) del 42,6% (2023 - 2028)
Asimismo, Brasil y México se destacan como potencias regionales. Se proyecta que PIX supere los 89 mil millones de pagos en tiempo real para 2028, posicionando a Brasil entre los tres principales mercados de RTP a nivel global, junto con India y China. En el caso de Colombia, el sistema de pagos inmediatos Bre-B, implementado por el Banco de la República en colaboración con ACI, ha logrado más de 33 millones de usuarios registrados y cerca de 254 millones de transacciones realizadas desde su lanzamiento en octubre de 2025.
Más allá de la velocidad y la eficiencia, los pagos en tiempo real también están generando impactos sociales y económicos. Por ejemplo, un estudio conjunto de ACI y el Cebr (Centre for Economics and Business Research, por sus siglas en inglés) revela que la adopción de RTP está empíricamente vinculada a una mayor inclusión financiera, particularmente entre jóvenes, mujeres y grupos de bajos ingresos. Además, en cinco mercados emergentes clave —incluidos Brasil y México— estos sistemas podrían generar hasta 199,7 mil millones de dólares en beneficios económicos para 2028.
En paralelo a este crecimiento, las stablecoins están ganando terreno porque resuelven fricciones estructurales especialmente marcadas en la región: tarifas de remesas que superan el 5%, tiempos de compensación lentos que pueden tardar días y una alta volatilidad monetaria que erosiona el poder adquisitivo.
Las stablecoins son activos digitales diseñados para mantener un valor estable al estar respaldados por un activo de reserva, como una moneda soberana u otro tipo de colateral. Su propósito es reducir la volatilidad y ofrecer mayor predictibilidad en las transacciones digitales. Según un reciente informe de McKinsey, la circulación de estos activos digitales se ha duplicado en los últimos 18 meses, y los recientes avances regulatorios en Estados Unidos y Europa han ayudado a legitimar las stablecoins y acercarlas al uso generalizado.
“Las stablecoins están pasando rápidamente de un potencial marginal a un uso generalizado. Tienen éxito cuando resuelven problemas del mundo real, especialmente en regiones con monedas inestables o donde la infraestructura financiera tradicional es limitada”, explicó Mauricio Fernández, director para Sudamérica de ACI Worldwide.
Aun así, persisten desafíos. Actualmente, las stablecoins enfrentan problemas de interoperabilidad, incertidumbre regulatoria e integración con sistemas domésticos. Su adopción a mayor escala dependerá del desarrollo colaborativo de infraestructura y de la capacidad de incorporarlas de forma segura en los marcos de pago existentes.
“En América Latina, la competencia entre pagos en tiempo real y monedas digitales no es una tendencia teórica: ya está transformando la forma en que se mueve el valor a través de las fronteras y dentro de las economías. Lo que estamos viendo es una creciente demanda de nuestra infraestructura, capaz de respaldar esta innovación mientras atiende desafíos operativos reales en mercados diversos”, agregó Fernández.
Dada la complejidad del panorama de pagos actual, en el que múltiples rieles y formatos deben coexistir, la capacidad de orquestar transacciones entre métodos tradicionales y emergentes se vuelve esencial. ACI Worldwide, cuya infraestructura ya soporta una amplia gama de tipos de pago, incluidos sistemas en tiempo real y monedas digitales, está preparada para facilitar esta evolución de manera segura y a escala.
“El futuro de los pagos no consiste en elegir un único ganador”, enfatizó Fernández. “Se trata de habilitar estabilidad, confiabilidad y lo más importante, elección. América Latina está bien posicionada para beneficiarse de estos avances”.