Colombia se ha convertido en el epicentro de una apasionante revolución agrícola que ha dado lugar a la creación de nuevas y sorprendentes variedades de frutas y vegetales. El sector agrícola es uno de los pilares fundamentales de la economía del país, por lo tanto, no es sorprendente que los agricultores estén aprovechando los avances en el desarrollo genético y técnico para adentrarse en el cultivo y explotación de estas especies innovadoras, ampliando así su oferta de productos en el mercado.
Productividad en auge: Gracias al mejoramiento genético y
técnico, estas variedades generan altos rendimientos por hectárea, lo que se
traduce en mayores ingresos y una mayor inversión en el sector agrícola. Los
agropecuarios se benefician al tener la posibilidad de ampliar el abanico de
opciones en materia de semillas y variedades disponibles.
Mayor resistencia a plagas: La innovación de las variedades
permite la resistencia a las plagas más comunes, reduciendo así la necesidad de
pesticidas y promoviendo una agricultura más sostenible. El mejoramiento
genético y técnico de las variedades tiene por objeto mejorar las condiciones
técnicas de las mismas y lograr un avance en la resistencia a plagas.
“Los agricultores colombianos tienen la capacidad de expandir su oferta de productos agrícolas y ofrecer alimentos de alta calidad que cumplen con los estándares más exigentes. Este enfoque en la calidad y la diversidad ha tenido un impacto positivo en nuestras exportaciones agrícolas, impulsando el crecimiento y abriendo nuevas oportunidades en mercados internacionales" concluye el abogado Felipe Andrade.