Latam se destaca en los análisis económicos como una región de alto potencial digital, y cada vez más el país crece en este aspecto, impactando directamente en su economía. Así lo asegura un estudio contratado por Google, el cual ubica a Colombia en el puesto 16 a nivel global como velocista digital, proyectando llegar a generar para 2030 un impacto total de USD 114 mil millones que equivaldrían a un 22 % del PIB del país.
Así mismo, datos de Colombia Tech Report informan que las startups en el territorio tienen un crecimiento de 19 % con respecto a 2022, a pesar de la coyuntura y la situación actual del país; en 2022 las inversiones en venture capital para Latinoamérica fue de US $7.822 millones, destacando que fue el segundo mejor año con un récord de transacciones: 1.114, presentando un aumento del 21,7 % realizadas respecto al año anterior, datos entregados por Lavca (Asociación para la Inversión de Capital Privado en América Latina).
“En la región representamos una oportunidad única de inversión en venture capital, considerando las tasas de crecimiento de nuestra economía digital, que supera los dos dígitos anuales; así como el nivel de urbanización de nuestra población, el cual es porcentualmente mayor que la de Estados Unidos, y nuestro PIB per cápita en crecimiento, cuatro veces más grandes que el del sur asiático. Adicionalmente, y como bien sabemos las economías más grandes son Estados Unidos, China, Japón, Alemania y Reino Unido. Sin embargo, si tenemos en cuenta a los 660 millones de habitantes de nuestro continente, los $5.1 trillones de dólares de Producto Interno Bruto, en América Latina somos la tercera economía más grande del mundo.”, afirma Santiago Rojas, Cofundador y Managing Director de Cube Ventures.
El venture capital en Latam existe hace 12 años y está en fase temprana de madurez, y el talento es de talla global, lo que implica crear empresas que sean vendibles, siendo un reto para ello la falta de liquidez, y la manera de solucionarlo es encontrar dónde está la demanda de los compradores de empresas.
Ahora, más allá de colocar una parte de liquidez, el verdadero éxito y necesidad del emprendedor es encontrar el capital, la comunidad y el conocimiento, estar respaldado por un grupo de expertos mentores que les transfiera conexiones y facilite la llegada a sus objetivos y les ahorre camino; lo que al final se traduce en trabajar no solo con el mundo exterior sino también emprendedores, crear una comunidad de pares.
Teniendo en cuenta lo mencionado anteriormente, en las primeras etapas se presenta una gran oportunidad. Si se invierte selectivamente en conocimiento, experiencia y equipo, se pueden lograr rendimientos mucho más altos. La mayoría de las estrategias exitosas requieren esta inversión. Sin embargo, independientemente de la cantidad de capital disponible, es importante ser responsable y evaluar el perfil de riesgo. En caso de tener un perfil de riesgo bajo, se recomienda destinar entre el 5 % y el 10 % de la cartera a capital de riesgo. En el caso de un perfil de riesgo alto, el límite máximo sería del 50 %, sin sobrepasar nunca ese límite, según lo afirma el Cofundador y Managing Director.
“Desde Cube, como firma de venture capital que acelera startups de base tecnológica de América Latina en etapa temprana , consideramos que la mejor estrategia para invertir es en etapa temprana y valoraciones bajas, para poder lograr fomentar el lapso de la vigencia del fondo y generar significativos retornos líquidos a favor de los inversionistas. De igual manera, la inversión de capital de riesgo florece cuando el talento tecnológico abunda, la demanda del mercado se incrementa y la escalabilidad global es posible, elementos fundamentales que cada vez son más robustos en la región”, puntualiza.
Todo inversionista debería tener en su portafolio venture capital, pues mejora la probabilidad de rentabilidad de todo el portafolio y su probabilidad de éxito y resiliencia. Adicionalmente, es importante evaluar otras opciones como commodities, mercado público, private equity, deuda, renta fija, tener una mezcla de activos en su portafolio, es cuestión de saber cómo lograr una exposición a los activos necesarios.
Finalmente, la última decisión a tener en cuenta para la inversión en VC, es escoger si invertir directamente en startups o a través de un tercero. Si no se es experto, ni se tiene acceso a muchos emprendedores, no sabe evaluar oportunidades y no puede dedicarle tiempo a las compañías, no tiene sentido invertir directamente porque puede ser un ejercicio muy tedioso y complejo, jugando un juego muy riesgoso. Por ello, invertir a través de un fondo es una opción muy viable, lo que permite incrementar la probabilidad de éxito, ya que un fondo conoce todo lo que un inversionista de startups debería tener en cuenta.
“Los fondos de inversión exitosos son el 20 % que multiplican el dinero a sus inversionistas x5 x7 donde el 90 % del retorno que produce viene del 18 % de sus inversiones, es extremo: 90-18 por eso debe escoger un fondo excepcional. Se debe saber evaluar su portafolio diferente a la bolsa, pues un gestor en la bolsa quiere ver buen promedio y pocos fracasos, pero en VC es diferente, entendiendo que el 50 % o 70 % de su portafolio no trae retorno, y solo dos de cada 10 inversionistas responden por casi todo el retorno. Por ello, no se debe medir por cuánto pierden sino por el éxito de sus mejores compañías. Puede ser extraño pero así funciona la industria y el que no lo entienda va a escoger mal su fondo”, aclara Rojas.