La brecha de desigualdad en Latinoamérica tiene diversos rostros, y dos que predominan son el poco acceso que tienen las personas a servicios financieros y la falta de conectividad. De acuerdo, con el más reciente análisis de inclusión financiera y digitalización realizado por Credicorp en siete países de la región (Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, México, Panamá y Perú), para junio del 2021, solo el 20% de los ciudadanos utilizaba medios digitales para realizar transacciones financieras. Siendo Chile con un 41% y Panamá con un 38%, los que mostraron niveles más altos de usuarios digitales.
En la actualidad, diferentes actores como bancos, fintech, procesadores, retailers, empresas de software, entre otros, comenzaron a romper paradigmas ofreciendo acceso a soluciones de pagos digitales a los comercios e independientes que se ubican en la parte baja y media de la pirámide comercial, inyectando dinamismo al sector financiero.
En este sentido, Geopagos, la infraestructura de aceptación de pagos con la oferta omnicanal más completa de América Latina, desarrolla soluciones digitales de aceptación de pago que brindan opciones para todos los integrantes de esta pirámide, aportando al crecimiento de sus negocios, independiente que sean emprendedores, micros, pequeñas, medianas o grandes empresas. “La pandemia nos demostró que hay segmentos que aún están desatendidos frente a la digitalización de los pagos, y la mayoría es porque no tienen acceso a la información y en muchas ocasiones creen que estas tecnologías no son asequibles”, explica Arturo Ramos, Business Head de Región Andina de la compañía.
Realidad del mercado colombiano
Durante el último año se ha evidenciado que el mercado colombiano ha dado un gran salto frente al comercio electrónico. De acuerdo con la más reciente encuesta mensual de comercio (EMC) elaborada por el DANE (Departamento Administrativo Nacional De Estadística), las ventas realizadas a través de comercio electrónico presentaron un aumento de 108,8% en junio de 2022 en comparación con el mismo periodo del año pasado.
Además de esto, se ha presentado un creciente interés por las nuevas tecnologías de pagos, adaptándolas de forma rápida, como es el caso de las transacciones sin contacto, permitiendo que actualmente todos los bancos emitan tarjetas y datáfonos 100% contactless. “Lo que demuestra esta rápida adaptación a las nuevas tecnologías, es que el comercio colombiano está atento a las tendencias de pago global, ya sean digitales o presenciales, lo cual está favoreciendo a la inclusión financiera de este sector”, agrega Ramos.
Se han identificado tres factores que impulsan significativamente el uso de soluciones de pagos digitales en Latinoamérica y son: los cambios de hábitos de los consumidores, los cuales se aceleraron por la crisis sanitaria; nuevas oportunidades para captar nichos de mercado poco explorados; y la implementación de marcos normativos que permiten a los comercios tener mayor apertura a la adquirencia, así como transformar los modelos de negocio vigentes con la innovación y disrupción tecnológica.
“Para que los países de América Latina puedan contrarrestar tanto el impacto de la desigualdad que enfrenta cotidianamente gran parte de su población, así como de los efectos negativos causados por la pandemia de Covid-19, es imprescindible abrirle las puertas a la innovación y la disrupción tecnológica, generando experiencias de compra-venta plenamente satisfactorias para las personas y para los pequeños y medianos negocios dentro de un proceso de digitalización integral”, concluye Arturo Ramos Business Head de Región Andina de la compañía.
En conclusión, para responder a esta revolución tecnológica es fundamental el rol de empresas como Geopagos que cuentan con una verdadera propuesta omnicanal que incluye desde el procesamiento de los pagos, todos los métodos de pagos hasta la visualización de todas las transacciones con desarrollos y licencias listas y aprobadas, para que todos los actores que buscan crear o escalar su negocio de aceptación de pago se suban al cambio tecnológico digital sin la necesidad de realizar grandes inversiones de tiempo ni recursos.