Se acercan las vacaciones de mitad de año, y con ellas la necesidad de encontrar una práctica profesional para el segundo semestre. Esto supone nuevos desafíos, no solo para los estudiantes, sino, también para las empresas, pues se dice, que es el momento más importante en la vida laboral de una persona, ya que la primera experiencia laboral nunca se olvida porque marcará el comienzo del camino que se quiera tomar en su carrera profesional.
Y es que pasar por un proceso de selección riguroso de una gran compañía, normalmente genera ansiedad y una gran cuota de nerviosismo. Es por ello que te queremos compartir los tips más relevantes que, según Kibernum, empresa que entrega soluciones tecnológicas para el desarrollo de las compañías, son claves a la hora de presentar tu entrevista para prácticas y no morir en el intento.
La prioridad no es el dinero: No todas las prácticas son remuneradas, pero todas se pagan en conocimiento, Realizar un buen trabajo de principio a fin demuestra las ganas de aprender y hacen que la experiencia sea enriquecedora.
Dejar un sello: Intentar dar un poco más y pensar “fuera de
la caja” permiten entregar una huella personal y una mirada a veces novedosa.
Siempre se puede aportar con algo diferente e innovador.
Proactividad: Preguntar por nuevas oportunidades de
quehaceres, demostrar voluntad de hacer hasta las tareas más engorrosas, ser
positivo y dar una mano sobre todo cuando la carga laboral aumenta. Todo es
aprendizaje.
No existen malas preguntas: Toda empresa tiene sus códigos
internos y no hay forma de saberlos si no se averigua. Perder el miedo a
consultar es la mejor forma de entender e, incluso, vuelve el aprendizaje aún
más rápido.
“Me equivoqué”: Es imposible tener respuesta a todo y sin
equivocarse. Reconocer errores e intentar mejorar para la próxima vez es mucho
mejor que justificarse. Recuerda pedir feedback para poder ir mejorando con el
tiempo.
Un nuevo idioma: La globalización permite conectar con
nuevos mundos laborales, incluso en lenguas distintas a la tuya. Saber un
segundo e incluso, un tercer idioma es todo un plus. Pero si no lo manejas no
hace falta mentir, siempre puedes aprender.
Aprender a organizarse: Hay días que se suman muchas tareas
en pocas horas, por lo que es importante organizarse para poder cumplir con
cada una de ellas. Una lista de pendientes o
una agenda es una buena forma para no dejar nada atrás.
Networking: Socializar y estar dispuesto a conocer a los
compañeros de equipo permite generar una red de contactos que puede servir para
toda la vida. Estar abierto a relacionarse (aunque sea de manera virtual si tu
práctica es remota) es el inicio de relaciones que pueden convertirse en
amistades.
¿Qué papel juegan las empresas en el desarrollo profesional de un estudiante?
Cuando un practicante ingresa a una empresa, su primer contacto con la compañía es con el mentor, quien se convierte en una pieza clave en el desarrollo de la práctica. “La empresa debe tener claro quién va a ser el mentor del practicante y comprender que parte de sus responsabilidades será el avance que él o ella consiga dentro de su periodo de práctica”, explica Raúl Vargas, gerente de gobierno corporativo de Kibernum. Esto implica que parte de la experiencia laboral que adquiera el practicante será apoyada, respalda y guiada por quien sea asignado. “Para eso, es fundamental que se definan los objetivos y en qué plazos se espera que este ocurra, para que entregue valor a la compañía”, agrega el ejecutivo.
Finalmente, las prácticas profesionales marcan un hito en la vida laboral de las personas, ya que tener una buena experiencia en todo el sentido de la palabra permitirá el desarrollo integral del profesional y , por otra parte, los aportes de un aprendiz son de alto valor para el desarrollo humano de las organización.