domingo, noviembre 23, 2025

Los snacks que unen generaciones: un hábito que fortalece los lazos familiares, según Mondelēz International

  En cada hogar hay sabores que cuentan historias, recuerdos que se repiten con el tiempo y momentos que nos conectan con quienes más queremos. Los snacks, más allá de ser un antojo se convierten en un vínculo emocional entre generaciones.

De acuerdo con el estudio State of Snacking de Mondelēz International realizado junto a The Harris Poll, el 76% de los consumidores globales afirma que algunos de sus recuerdos más entrañables de la infancia incluyen compartir un snack con sus padres. El acto de compartir algo tan cotidiano como una galleta o un chocolate puede convertirse en un lenguaje de amor, una forma de transmitir afecto y crear tradiciones que perduran.

El mismo estudio revela que el 78% de las personas en el mundo disfruta compartir con otros sus snacks favoritos de la infancia, un gesto que mantiene vivas las conexiones emocionales y refuerza los lazos familiares. Esta costumbre, que combina nostalgia y cercanía, es especialmente fuerte en países de Asia como Filipinas (90%), Indonesia (90%), China (86%) e India (86%), donde la comida sigue siendo una expresión de unión familiar.

Por su parte, el 73% de los consumidores reconoce que existen ciertos snacks que su familia ha consumido durante generaciones, una señal de cómo los alimentos también son parte de la herencia cultural y emocional. Cada sabor, cada textura, se convierte en una forma de recordar, agradecer y reconectar.

“Los snacks tienen el poder de unir generaciones. Son una forma de conexión emocional que trasciende el tiempo y los espacios, y que refuerza lo más importante: los vínculos que nos hacen sentir en casa”, afirmó Aura Méndez, gerente de Asuntos Corporativos y de Gobierno de Mondelēz International Región WACAM.