En Halloween, las empresas colombianas enfrentan no solo el desafío de prepararse para esta festividad, sino también, de adaptarse a las últimas regulaciones fiscales emitidas por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN).
Mario Giraldo, experto en facturación y software de impuestos de Sovos Latinoamérica, aconseja no dejarse distraer por las brujas y los caramelos, y seguir estos ocho consejos para que las empresas y los colombianos se preparen en Halloween y cumplan con las regulaciones fiscales. Estas reglamentaciones buscan modernizar los procesos fiscales en Colombia y promover la tecnología en la facturación y la gestión de documentos:
Preparándose para un Halloween cumplido: en este periodo festivo, las empresas reconocen la importancia de la preparación y cumplimiento de las regulaciones fiscales. Similar a los preparativos para una festividad exitosa, la anticipación y la estrategia sólida son claves para garantizar que las empresas cumplan con las normativas establecidas.
Tendencias y cambios en las regulaciones fiscales: se destacan algunos cambios significativos en las regulaciones fiscales colombianas. Desde la transición hacia documentos tributarios electrónicos hasta la introducción de la "Nota de Ajuste," es crucial que las empresas estén al tanto de estos cambios para evitar sanciones y garantizar el cumplimiento adecuado.
Consejos para empresas durante Halloween:
Mientras están en la festividad de Halloween, las empresas pueden aprovechar esta coyuntura para fortalecer su cumplimiento fiscal:
Modernización
tecnológica: considerar la actualización de software y procesos para cumplir
con los requisitos técnicos establecidos por la DIAN.
Capacitación del
personal: asegurarse de que los equipos estén informados y capacitados sobre
los cambios en las regulaciones fiscales, la importancia del cumplimiento y en
competencias para solventar una visita de la DIAN exitosamente.
Promociones temáticas:
aprovechar la festividad de Halloween para implementar promociones temáticas
que no solo atraigan a clientes, sino que también resalten la modernización de
los procesos fiscales.
Adaptándose a la evolución fiscal: en un entorno donde las autoridades fiscales exigen mayor transparencia y eficiencia, la adaptación a la evolución fiscal se vuelve crucial. Las empresas que se anticipan a los cambios normativos y tecnológicos pueden no solo cumplir con las regulaciones, sino también mejorar su eficiencia operativa.
Preparativos para una transición exitosa: se enfatiza la importancia de la planificación y preparación para una transición exitosa. Desde la adecuada tecnología hasta la capacitación del personal, estas medidas no solo aseguran el cumplimiento normativo sino también una operación más eficiente.
Halloween como oportunidad de marketing: además de los aspectos fiscales, las empresas pueden ver Halloween como una oportunidad para impulsar sus estrategias de marketing. Promociones especiales y descuentos temáticos pueden no solo generar entusiasmo entre los clientes, sino también resaltar la modernidad de la empresa.
Colaboración y consultoría externa: ante la complejidad de las regulaciones fiscales, la colaboración con expertos tecnológicos y consultores externos se presenta como una opción viable. Obtener asesoramiento especializado puede ser clave para comprender y cumplir eficazmente con las regulaciones cambiantes.
Reflejo de la modernización empresarial: la festividad de Halloween sirve como un recordatorio de la importancia de adaptarse a los cambios, tanto en las celebraciones festivas como en las operaciones empresariales. La modernización y la preparación son elementos esenciales para un Halloween cumplido y tecnológico.
“En este periodo de
celebración y anticipación, las empresas colombianas se están preparando para
un Halloween en cumplimiento no solo en términos festivos, sino también en
términos fiscales. La adaptación y la observancia de las normativas son la
clave para garantizar una operación legal y transparente. En este Halloween,
que tus transacciones sean tan aterradoras como quieras, ¡pero sin sustos
fiscales!”, concluye, Giraldo.