Con el científico Ray Archuleta, reconocido especialista en suelos, calidad del agua y agricultura regenerativa, y considerado una voz inspiradora y figura prominente en el movimiento de conservación ambiental, la Federación Nacional de Cafeteros (FNC), por mandato de los productores, realizó la Cumbre Café y Cambio Climático en donde el gremio caficultor mostró los aportes que hace al país y al planeta, en materia ambiental.
Los temas tratados como la biodiversidad y servicios ecosistémicos en el café; sostenibilidad del café frente a los escenarios del cambio climático; cómo los mercados de carbono ayudan a enfrentarlo; medidas de adaptación y mitigación; realidades y expectativas de los servicios ecosistémicos del café; sistemas agroforestales y agricultura regenerativa, entre otros; estuvieron liderados por la Organización Pacto Global Colombia de Naciones Unidas, el Centro Nacional de Investigaciones de Café (Cenicafé) y el Gobierno Nacional .
Archuleta por su parte, hizo énfasis en la importancia del cuidado del suelo como ser vivo con prácticas sostenibles que eviten, por ejemplo, el uso excesivo de agroquímicos, para lo cual es importante emular la naturaleza (biomimética) y recalcó que “ser agricultor es el mejor trabajo en el mundo”.
"Colombia es uno de los países más avanzados en materia de acción ambiental con una batería de acciones para reducir a 2026 más de 70 millones de toneladas de carbono, equivalente (contribución nacional determinada), de los 176 millones de toneladas, fijados como meta a 2030 en el marco del Acuerdo de París”, destacó el viceministro de Ordenamiento Ambiental del Territorio, Francisco Canal, quien expuso opciones de financiación como los mercados de carbono.
Entre tanto, la FNC desde la Gerencia Técnica, invitó a los caficultores a hacer uso del desarrollo de la Ciencia aplicada que hace Cenicafé, para que se asuman estos desafíos climáticos desde la investigación científica que se hace, gracias al Fondo Nacional del Café.
“Un adecuado uso de fertilizantes, cuidar los bosques nativos, adoptar sistemas agroforestales y aprovechar co-productos del café, son parte de las medidas que eviten la contaminación y mitigan el cambio climático”, destacó Gerardo Montenegro, gerente técnico de la FNC.
“Como se conoce, el cambio climático tiene una injerencia directa sobre las plantas de café y en consecuencia en su precio en el mercado. Así que el calentamiento global acentúa problemas como la broca, que en el caso de la zona cafetera colombiana se mitiga con una gran diversidad de insectos que contribuyen a la polinización y sirven como control natural de especies dañinas, tal como lo ha estudiado Cenicafé, evitando el uso de insecticidas; una de las exigencias de uno de los mayores países compradores de café colombiano como Japón, y que en el caso de la caficultura colombiana, es la que menos depende del uso de pesticidas”, destacó Pablo Benavides, de la disciplina de entomología del Centro Nacional de Investigaciones de Café.
Por su parte Bibiana García, de la agencia de Naciones Unidas, Pacto Global Colombia, advirtió que el cambio climático como resultado de la actividad humana y el calentamiento global, es un problema cada vez más grave, con fenómenos meteorológicos cada vez más extremos, “aumentando más allá de 1,5 (la temperatura del planeta) todo empieza a colapsar”, y agregó que desde Naciones Unidas se han impulsado medidas como reducir la emisión de gases de efecto invernadero y descarbonizar la economía.
La Federación Nacional de Cafeteros hace visible y genera acciones sostenibles con el medio ambiente, que sin duda hoy marca una ruta de navegación para continuar trabajando en hacer menos vulnerables a los caficultores ante los graves impactos que genera el cambio climático en Colombia.