jueves, noviembre 23, 2023

En 2023 se evidenció la falta de acceso al crédito que sufren las PyMEs colombianas



El 2023 ha sido un año desafiante para las PyMEs en Colombia, marcado por la necesidad constante de acceso al financiamiento y la gestión eficiente de sus operaciones. Tuily, la nueva fintech colombiana que está revolucionando la gestión de gastos para pequeñas y medianas empresas, comparte el balance de lo que han visto en este tipo de empresas durante el año.

“Las PyMEs se enfrentan a diversas dificultades con la banca tradicional, lo que las excluye del sistema financiero. Es crucial cambiar este desalentador panorama en Colombia mediante herramientas financieras y de gestión empresarial accesibles. La burocracia y las restricciones en las solicitudes de financiamiento han impactado su capacidad de prosperar, evidenciando la necesidad de nuevas alternativas para apoyar el desarrollo de este tipo de empresas”, comenta Jonathan Tarud, CEO de Tuily.

Esta situación ha llevado a que sea necesario ampliar la oferta de soluciones financieras más personalizadas y enfocadas en simplificar el proceso de obtención de créditos, proporcionando a las PyMEs una vía más rápida y eficiente para acceder al capital necesario para su crecimiento. Además, es importante permitir a las empresas organizar sus finanzas de manera rápida y segura, eliminando la complejidad asociada con los procesos tradicionales.

Tuily, fintech que ha logrado apoyar a más de 200 PyMES en 2023, presenta los asuntos primordiales que han observado respecto a este grupo de empresas y su operación durante el año:

Sectores empresariales más impactados: organizaciones de diversas industrias, principalmente retail, software y restaurantes, se han percatado de los obstáculos a los que se enfrentan al momento de acceder a capital. Este reto les impide potenciar el crecimiento de su operación y fortalecer la economía del país, abriendo la necesidad de buscar nuevas alternativas para su financiamiento. A este amplio espectro de sectores también se suman PyMEs como call centers, empresas agroindustriales, y de hotelería y turismo.

Demanda por tarjetas de crédito corporativas: las pequeñas y medianas empresas se han notado que contar con una tarjeta de crédito empresarial les otorga múltiples beneficios, como un mejor control de sus gastos, la optimización de la operación y la promoción del crecimiento del negocio.

“Solicitar una tarjeta de crédito empresarial es un paso clave para expandir y gestionar las finanzas de un negocio. El mercado ofrece diversas opciones, por lo que las PyMEs deben buscar aquella que se adapte mejor a sus necesidades. Es recomendable optar por una tarjeta de crédito que ofrezca una plataforma de gestión de gastos, ya que juntas permiten organizar y tener visibilidad de las finanzas empresariales, impulsando así el crecimiento del negocio”, explica Jonathan Tarud.

La virtualidad como opción: gracias a la transformación digital, la gestión de gastos y crédito también se puede efectuar a través de tarjetas virtuales, una solución idónea para las PyMEs, ya que elimina la necesidad de que los empresarios tengan que contar con efectivo o tener que acudir físicamente a una institución bancaria para hacer pagos o solicitudes. Estos plásticos virtuales son seguros, se pueden generar en segundos y tienen la gran ventaja de ayudar a controlar y monitorear los gastos de los empleados en tiempo real.

El potencial de las regiones: empresas de ciudades colombianas en distintas regiones del país ya están explorando nuevas herramientas financieras para optimizar sus operaciones, generando un impacto positivo en la dinámica empresarial a nivel local.

“Desde nuestra experiencia, hemos observado que en este 2023, las PyMEs en ciudades como Bogotá, Barranquilla, Cali, Medellín, Bucaramanga y Cartagena, no solo muestran un mayor interés, sino que también han adoptado activamente soluciones de crédito y gestión de gastos, yendo más allá de la banca tradicional. Ofrecemos nuestras soluciones financieras a más de 200 empresas, de las cuales sólo el 24 % proviene de Bogotá, lo que demuestra un creciente interés de empresas fuera de la capital por buscar alternativas que les permitan obtener más capital y mantener su sostenibilidad en distintas partes del país”, concluye Tarud.