Colombia es el segundo país con mayor biodiversidad en el mundo y una de las 12 naciones más megadiversas del planeta. Pero acciones humanas como la destrucción de los ecosistemas, el tráfico ilegal de especies, la introducción de especies invasoras, la contaminación, la minería ilegal y el cambio climático, están acelerando la pérdida de biodiversidad y con ello no solo amenazando a cientos de especies sino poniendo en riesgo el bienestar de las personas.
El turismo, de enorme potencial para el país, cuando carece de buenas prácticas también genera presiones e impactos en los diferentes ecosistemas, a raíz de malas prácticas como la sobreexplotación de recursos y la mala disposición de residuos.
Para hacerle frente a las presiones que las actividades turísticas puedan estar ejerciendo sobre las especies y los ecosistemas, Compensar y WWF, la principal organización global independiente dedicada al cuidado de la naturaleza y el medioambiente y que en Colombia cumple 30 años conservando lo más importante para las personas, se unen para sensibilizar y visibilizar el impacto que se genera durante los viajes y dar a los turistas recomendaciones para minimizarlo, ayudando así a proteger especies amenazadas como el oso andino, el jaguar, la tortuga marina y sus hábitats naturales.
Esta iniciativa, denominada “Viajando y cuidando ando”, incentiva a los viajeros a reducir el impacto de sus actividades en cualquier región del país y adoptar prácticas más sostenibles que permitan disfrutar de la naturaleza sin afectarla.
“Queremos enseñar a los viajeros a disminuir el impacto de su viaje en los lugares que visitan y así minimizar su huella ecológica durante las actividades realizadas en su estadía, con acciones concretas como evitar los plásticos de un solo uso, disminuir el desperdicio de alimentos, disponer adecuadamente los residuos que pueda generar durante su viaje y evitar productos altos en químicos que puedan afectar los ecosistemas, entre otros.”, explicó Lina Morales, coordinadora de convenios estratégicos de turismo en Compensar.
Este trabajo colaborativo busca promover acciones en todas las personas y generar a largo plazo, cambios de comportamiento en los viajeros que generen impactos positivos para la naturaleza.
“Para WWF el turismo constituye una oportunidad para contribuir a la conservación de la naturaleza; es una herramienta de apropiación, valoración y disfrute de la riqueza natural y cultural que nos privilegia como uno de los países más biodiversos del mundo. Por ello, es necesario que como colombianos comprendamos y nos sintamos parte activa de esa riqueza y sumemos a través de nuestras acciones a mantener y recuperar la fauna, la flora y los paisajes excepcionales, invaluables. Destacamos el aporte de esta campaña, pues sabemos que para lograr esa meta todas las acciones individuales suman. ¡Solo juntos es posible!” señala Jeimy Cuadrado, coordinadora de Recursos Naturales y Medios de Vida en WWF Colombia.
Juntos por la protección del jaguar, las tortugas marinas y el oso andino
Ser el primer país en aves, con 1.966, orquídeas, con 4.250 y en mariposas, con 3.877; el segundo en plantas, anfibios, reptiles, murciélagos, palmas y peces dulceacuícolas, y el quinto en mamíferos exige a todos los colombianos contribuir en su protección.
De las 1.121 especies catalogadas como amenazadas en Colombia,157 están en peligro crítico, es decir que su riesgo de extinción es extremadamente alto; 362 se encuentran en riesgo muy alto, y 602 en estado vulnerable.
Cuidar y proteger estas especies y su hábitat es uno de los objetivos de WWF a nivel global, de ahí que esta campaña junto a Compensar se enfoque en visibilizar tres especies emblemáticas del país, que, de acuerdo con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, están entre las 10 de mayor riesgo:
El jaguar (Panthera onca): Es el felino más grande de América. Enfrenta amenazas por actividades como cacería, fragmentación y conflictos con humanos. Es una especie ‘sombrilla’ que, al ser conservada, garantiza la supervivencia y el hábitat de diferentes especies. Habita en 18 países de América y su hogar comúnmente son los ecosistemas por debajo de los 2.000 metros sobre el nivel del mar, como bosques tropicales, bosques montanos, sabanas tropicales y manglares.
Las tortugas marinas: Los dos océanos que rodean a Colombia son el hogar de cinco de las siete especies de las que se tiene registro: verde (Chelonia mydas), caguama o carey (Eretmochelys imbricata), laúd o cana (Dermochelys coriacea) y la olivácea o golfina (Lepidochelys olivacea). Además, se cree que los mares del país albergan una posible sexta especie conocida como tortuga negra del Pacífico. Han sido severamente diezmadas, principalmente, por el saqueo de nidos, sacrificio de los adultos producto de la captura incidental o la pesca cercana a las playas de desove.
El oso andino (Tremarctos ornatus): Es el único oso de Suramérica. Su principal trabajo como jardinero de los bosques es dispersar semillas y transformar el ecosistema, proteger los páramos y los bosques de niebla. La deforestación, la ampliación de la frontera agrícola y la cacería hoy lo tienen en riesgo. A pesar de ser un animal huidizo, tímido y de que no hay registros de ataques contra humanos, algunos piensan que es peligroso. Por eso, algunos campesinos los cazan para evitar que destruyan sus cultivos y ataquen a los animales domésticos.