La necesidad de pasar a modelos de producción y consumo sostenibles que reutilicen productos y preserven los recursos naturales no renovables en el mundo es hoy más urgente que nunca, y es una mentalidad que debe estar cambiando en las empresas a nivel mundial. Integrar nuevos productos de procesos productivos anteriores, lo cual es incluso mucho más rentable, es el camino que deben adoptar.
A nivel global, dos tercios de las empresas encuestadas en el BCG’s 2022 Global Innovation Survey destacaron el clima y la sostenibilidad como una prioridad corporativa. Puntualmente en Colombia, según el último Ranking de Innovación Empresarial 2022, elaborado por la ANDI, la principal razón por la que las compañías deciden innovar es para contribuir a la solución de problemas sociales o ambientales y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (23,4 %), estando por encima de temas fundamentales para las empresas como generar valor a los clientes (20,6 %); incrementar las ventas (17,2 %) o crear nuevos mercados (14,5 %).
La respuesta: la economía circular, la cual en toda su cadena productiva incorpora factores de reducción, reutilización y reciclaje para abaratar los costos asociados a la transformación de productos, el desperdicio y la contaminación. Esto teniendo en cuenta que en América Latina y el Caribe se generan 231 millones toneladas de Residuos Sólidos Municipales (RSM) al año, y, sólo se recicla menos del 5 %, según el Banco Interamericano de Desarrollo.
ClickGreen, el ecosistema que presta servicios de acompañamiento y fortalecimiento a empresas de la industria de la economía circular con el propósito de desarrollar proyectos de impacto ambiental, entrega algunas razones por las cuales las empresas deben adoptar cuanto antes este enfoque:
Proyecta buena reputación para la marca.
El mundo cada vez más competitivo y el modelo de consumo de las personas ahora está enfocado en la responsabilidad con el medio ambiente y las nuevas generaciones, y a partir de esta ideología se basan para realizar las compras y respaldar las empresas, siendo un factor clave para que los usuarios se sientan cercanos a la marca gracias a este modelo de negocio.
Genera mayor rentabilidad.
Un modelo de economía circular bien estructurado no solo logra reducir costos operativos, también costos de producción, logrando ser competitivos frente a nuevos mercados y permite integrar modelos de triple impacto. El ahorro derivado de la reducción y el reaprovechamiento de los residuos impacta de manera positiva en la cuenta de gastos.
Captación de capital.
La responsabilidad ambiental sugiere un crecimiento importante de la empresa, por lo que resulta más atractiva para los inversionistas.
Evita sanciones.
Las nuevas medidas regulatorias impulsan la sostenibilidad empresarial y sancionan las prácticas que no sean respetuosas con el medio ambiente.
Estimula la innovación y la competitividad.
Permite retarse a pensar nuevos diseños y creaciones modernas de productos o servicios con la finalidad y procesos que signifiquen un daño menor al medioambiente.
“Debemos tomar conciencia principalmente desde un aspecto de supervivencia y oportunidad de mercado. Es hora de dar el primer paso para implementar poco a poco y adaptarnos a los cambios que tengamos a nivel empresarial, de consumismo, de recuperación y transformación de residuos. Nuestra tarea como empresa es escuchar a nuestros clientes, a nuestros proveedores, a nuestro mercado, a la sociedad, esto nos da los insumos para actuar y nos permite tener una mirada con visión hacia resultados asombrosos para el futuro de todos.”, afirma Juan Diego Giraldo Salazar, Co-founder & CEO en ClickGreen.