La caficultura colombiana ahorra cada vez más
agua gracias a la investigación científica y al desarrollo de nuevas
tecnologías para el beneficio del café al servicio de los productores.
Y
estos importantes avances cobran relevancia de cara a la 25 Conferencia
Internacional del Café y la Ciencia (ASIC 2014), el encuentro más importante
sobre ciencia e innovación en café, que tendrá lugar en Armenia, la capital del
departamento del Quindío, entre el 8 y el 13 de septiembre próximos.
Como
parte de una agenda de investigación para la mitigación del cambio climático y
la conservación del medio ambiente, lo que incluye un uso más eficiente del
agua en el beneficio del café, la Federación ha venido invirtiendo en el
desarrollo de nuevas tecnologías, a través de su Centro de Investigaciones de
Café (CENICAFE), de equipos como Ecomill® y Becolsub, que permiten lavar café
conservando sus atributos de calidad. La implementación progresiva de estas
tecnologías ha permitido dar un salto gigantesco en materia de ahorro del
recurso hídrico para una caficultura cada vez más sostenible.
Para
ilustrar la importancia de estos desarrollos, vale la pena anotar que bajo un
escenario de producción de 11,5 millones de sacos de café verde al año, el
beneficio de 50% de esa producción con el equipo Becolsub® permite ahorrar 18,5
millones de metros cúbicos de agua, que equivalen al consumo de casi 1,8
millones de personas, es decir, 1,6 veces las poblaciones juntas de Armenia,
Pereira y Manizales o cercana a la población
de Cali (2,1 millones de habitantes).
El
lavado de café con Becolsub (equipo disponible para los productores desde 1995)
consume entre 0,7 y 1 litro de agua por kilogramo de café pergamino seco (cps),
con una reducción de la contaminación por vertimientos de entre 90 y 91%, lo
que representa un ahorro sustancial de agua frente a los 44 litros por kilo de
cps que emplea en promedio el beneficio tradicional.
De ahí que Becolsub haya
sido reconocido con el Premio Planeta Azul 1996-1997, en la Expo Hannover 2000
y con mención honorífica del Premio Alejandro Ángel Escobar en el 2000.