La industria de la moda ha sido conocida por su impacto ambiental,
especialmente en lo que respecta al uso negativo del agua. Desde el cultivo de
materias primas como el algodón hasta los procesos de teñido y acabado de
textiles; estas acciones requieren enormes cantidades de agua en cada etapa de
producción.
El agua entonces, se ha convertido en un recurso de vital importancia y más aún en la decisión de compra, puesto que, de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua a nivel global y produce el 8% de los gases de efecto invernadero. No obstante, hoy en día, existe una tendencia emergente que está empezando a cambiar este panorama: la creciente popularidad de la ropa de segunda mano o second hand.
Tanta es la importancia por el cuidado de este valioso recurso, que la ropa de segunda mano no solo se ha convertido en una declaración de estilo, sino también es un acto de responsabilidad ambiental. Es por esto que, al optar por prendas de segunda mano, se contribuye a un ahorro significativo de agua. Se estima que cada prenda de ropa de segunda mano ahorra entre 1,500 a 3,000 litros de agua en comparación con una prenda nueva según datos de la app GoTrendier.
“Estas cifras son muy importantes, sobre todo cuando se considera la escasez de agua en muchas partes del mundo, así como los efectos devastadores que la sobreexplotación de este recurso puede tener en el medio ambiente y las comunidades cercanas.. Recordemos que hacer un par de jeans supone el consumo de más de 7,000 litros de agua, una cantidad exagerada de agua para una sola prenda”. Menciona Ana Jiménez, Country Manager de GoTrender Colombia.
En ese sentido, cada vez más personas están eligiendo comprar ropa de segunda mano, no solo por su asequibilidad y estilo único, sino también por su impacto ambiental positivo. El ahorro de agua asociado con la ropa de segunda mano tiene grandes beneficios:
Al comprar prendas de segunda mano, se evita la necesidad de producir nuevos textiles, esto significa que se reduce la cantidad de agua utilizada.
La reutilización de las prendas y sobre todo de aquellas que consumen muchísima agua en su fabricación, contribuyen a reducir la cantidad de desechos que terminan en vertederos, donde pueden contaminar el suelo y las fuentes hídricas.
Cuando se compra y vende ropa de segunda mano se promueve la economía circular creando un ciclo sostenible de reutilización.
En resumen, la ropa de segunda mano no solo ayuda al medio ambiente cuidando el agua que consumimos, reduciendo los residuos y desechos, También disminuye la huella de carbono y fomenta la economía circular. Hoy en día, es muy fácil encontrar aplicaciones y tiendas donde se pueden adquirir este tipo de prendas y reutilizarlas. Por eso, está es una excelente manera de ser más consciente y sostenible con las decisiones de consumo.