Tras conseguir el máximo puntaje por parte del reconocido crítico, James Succkling los encargados de la mezcla perfecta revelan los 5 puntos claves que hicieron posible la composición del mejor vino del mundo: Don Melchor Cosecha 2018.
Don Melchor, que ha estado nueve veces incluido en los 100 mejores vinos del mundo y tres veces en el TOP 10 del Wine Spectator, actualmente es el vino chileno que vende entre 10.000 a 13.000 cajas al año, aproximadamente.
Para la marca, uno de los grandes secretos al haber conseguido el vino perfecto, es contar con un experto como el enólogo Enrique Tirado, quien durante más de 20 años ha sido una de las figuras más influyentes de la vinicultura chilena.
“Desde muy temprano, supimos que era una cosecha, especial… perfecta. Gracias a las excelentes condiciones de equilibrio natural durante toda la temporada 2017 – 2018”, aduce Tirado.
5 factores claves
2. Un
terroir privilegiado: Puente Alto, el viñedo Don Melchor ha jugado un papel
importante en la historia moderna del vino chileno. Actualmente, cuenta con 127
hectáreas, divididas en siete parcelas, de las cuales el 90 % corresponde a
Cabernet Sauvignon, 7,1 % a Cabernet Franc, 1,9 % a Merlot y, un 1 % a Petit
Verdot.
Cada parcela se divide en microparcelas, de manera que
cada cual se trabaje en forma específica y detallada, respondiendo a las
necesidades de cada planta, hilera por hilera, para lograr el equilibrio
perfecto en concordancia con las características climáticas de cada año. Este
viñedo es considerado como el mejor terroir de Chile para la producción del
Cabernet Sauvignon.
3. El suelo:
aunque se percibe pobre en nutrientes, este suelo aluvial de origen andino algo
complejo, cuenta con una privilegiada ubicación sobre la tercera terraza en la
orilla norte del río Maipo, a los pies de la cordillera de los Andes, capaz de
producir una restricción hídrica y nutricional, con excelente drenaje producto
de su alto contenido de piedras.
4. Expresión
de la fruta: la calidad de las texturas conseguidas en el viñedo Don Melchor
fueron verdaderamente notables. Esta añada muestra una extraordinaria presencia
de frutos rojos y una clara expresión del Cabernet Sauvignon de Puente Alto,
con taninos finos y delicados que le dan al vino una gran elegancia y densidad,
así como diferentes capas de aromas y sabores, taninos muy suaves, elegantes y
un largo y persistente final. El vino logra producir esa sensación única que
solo se obtiene de los grandes vinos y las grandes cosechas.
5. Descanso
del vino: el vino descansó en barricas de roble francés durante 15 meses. En
este proceso el vino es seguido muy de cerca, cuidando cada detalle durante el
tiempo de guarda, rellenos semanales, trasiegos cada cuatro meses y frecuentes
degustaciones nos permitía observar y manejar la evolución del vino.
“Esto es alucinante. La vitalidad y energía en este vino es deslumbrante. La complejidad de los aromas es impresionante con flores, grosellas negras, frambuesas, y duraznos. Cuerpo amplio, aunque muy refinado y pulido con textura impecable y belleza. El largo es maravilloso. Este es un testimonio al equilibrio, la armonía y la transparencia en un gran tinto”, describió el vino del puntaje perfecto el reconocido James Succkling.