El Covid-19 dejó resentidas las cifras de la actividad edificadora. Sin embargo, tras haber alcanzado su punto más bajo en abril, fue a partir de mayo que los indicadores líderes de la actividad empezaron a reaccionar positivamente y demostraron su consolidación en el mes de agosto. El reporte más reciente de Coordenada Urbana® demuestra que en agosto en Bogotá se vendieron 2.686 unidades de viviendas y en Cundinamarca 2.331, lo que significa un aumento de 128.4% y 134.5% respectivamente frente a abril, el mes más afectado en ventas debido a la emergencia sanitaria. Es de recalcar que la VIS continúa siendo la protagonista y mayor aliada para el sector de la construcción, representando el 64,5% de ventas en Bogotá y 75,4% en Cundinamarca en agosto.
Lo anterior confirma que los planes parciales son el mejor instrumento para la región y para mejorar la oferta de vivienda social. Así lo demuestra el éxito comercial de los planes parciales de Lagos de Torca y Tres Quebradas en Bogotá. Algo similar ocurre con Cundinamarca donde el Plan Parcial La Prosperidad, ubicado en Madrid, explica los buenos resultados de la VIS en Cundinamarca. El impulso a estos instrumentos es una apuesta segura de reactivación económica para un sector que genera encadenamientos con más del 54% de la industria.
"Nadie esperaba un cambio tan drástico en 2020. Estoy seguro que el sector lo ha enfrentado con la mayor agilidad y responsabilidad posible, en agosto las cifras siguen creciendo y esperamos que en septiembre y en lo que resta del año la recuperación siga siendo notoria para la actividad edificadora", afirmó Alejandro Callejas, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca.
A este ritmo, las proyecciones para finalizar 2020 apuntan a unas ventas de 29.930 unidades de vivienda en Bogotá y 23.426 en Cundinamarca, representando ajustes de -22.6% y -25.9%, respectivamente, si se compara con lo proyectado antes de la emergencia sanitaria.
Según Callejas, resulta muy positivo en medio de la actual coyuntura poder presentar estas cifras de recuperación, lo que se ha logrado gracias al trabajo entre el sector público y privado en cuanto a reactivación, subsidios y facilidades de compra. Todo esto ha permitido enfrentar la coyuntura con la mayor tenacidad, haciendo posible la recuperación progresiva de la actividad con su impacto en la generación de empleo, demanda de insumos y el bienestar para los hogares.