La representación arquetípica del caficultor colombiano como un productor de poncho y sombrero ha ido quedando atrás, gracias también al creciente espacio y protagonismo que han ganado las mujeres cafeteras.
La participación femenina en la cadena de valor del café abarca ya todos los eslabones, desde recolectoras hasta propietarias de fincas, empresarias, baristas, catadoras y líderes comunitarias y gremiales, sin necesariamente dejar de ser esposas y madres, pues son el eje de la familia.
Casi 30% de la caficultura colombiana está en manos de mujeres, muchas de las cuales apuestan cada vez más por la producción de cafés especiales. Y nuevas generaciones de mujeres se interesan en actividades como la catación o el barismo para ofrecer al consumidor la mejor taza de café.
Hay cada vez más asociaciones de mujeres productoras y líderes gremiales a nivel central, departamental y municipal… y aún queda un camino por recorrer.
Por ello en el Día Internacional del Café, la empresa Nespresso, que es sinónimo de sofisticación y café de la más alta calidad, con el apoyo de la Federación Nacional de Cafeteros (FNC) como aliado estratégico, ha querido rendir tributo a las caficultoras colombianas, visibilizando su importante labor en toda la cadena de valor.
Dejando atrás modelos patriarcales
En 1972 fue elegida la primera mujer como miembro del Comité Nacional de Cafeteros, órgano de dirección gremial que junto con miembros del Gobierno colombiano discute y fija las políticas del sector.
En las últimas décadas la participación femenina en la institucionalidad cafetera se ha acelerado sustancialmente, a tal grado que, de los siete cargos directivos en la FNC a nivel central, tres son ocupados por mujeres.
Por otra parte, desde 1931, cuando nació la cédula cafetera, las mujeres pueden tener este documento de identidad gremial que les permite elegir y ser elegidas y adicionalmente, desde 2006 acceder a servicio financieros.
Así mismo, la Federación ha sido pionera con el Gobierno Nacional, a través de la Vicepresidencia de la República en impulsar una política de equidad de género en la ruralidad colombiana.
Esta ambiciosa estrategia de equidad de género desarrollada por la FNC desde hace varios años ha rendido importantes frutos, como se vio en las últimas elecciones cafeteras en 2018: la proporción de mujeres elegidas en los comités municipales aumentó de 16% a 24% y casi se duplicó, de 8% de 15%, a nivel departamental.
“Los avances en equidad de género en el sector cafetero han sido sustanciales. Han cobrado protagonismo en todos los eslabones de la cadena. Falta aún mucho por hacer, pero el compromiso institucional para lograrlo es transversal y abarca todas las áreas a todos los niveles”, asegura Claudia Rodríguez, Coordinadora del Programa de Equidad de Género de la FNC.
“Aunque hemos venido trabajando de tiempo atrás, ahora sí hemos sido visibilizadas mucho más, tanto que ya hubo un Congreso Cafetero presidido por mujeres: la presidenta y las dos vicepresidentas fuimos mujeres. Eso ya es un avance grande”, asegura Flor Matilde Sacristán, delegada por Cundinamarca que en el 86 Congreso Cafetero (2018) fue la segunda vicepresidenta.
Nespresso, por su parte, a través de su Programa de Calidad Sostenible AAA que desarrolla en Colombia desde hace más de 15 años, reconoce que la equidad de género es un elemento fundamental para la calidad, sostenibilidad y productividad de la cadena de valor del café, que debe incorporarse a los procesos de capacitación y empoderamiento de las comunidades cafeteras.
Por eso ha desarrollado una estrategia de género enfocada en que este programa beneficie a mujeres y hombres por igual, previendo el diseño y la implementación de intervenciones, foros y capacitaciones específicas que empoderen a las mujeres, quienes representan también cerca de 30% de los más de 30.000 caficultores que el Programa acompaña en Colombia. El objetivo último es reducir las brechas de género.
Para alcanzar estos objetivos, Nespresso encomendó al Instituto Real para los Trópicos (KIT, www.kit.nl, un centro independiente de educación, cooperación intercultural y hospitalidad dedicado al desarrollo sostenible), el diseño y la implementación de un programa de fortalecimiento de capacidades de género para los más de 120 agrónomos dedicados a los caficultores del Programa de Calidad Sostenible AAA en Colombia.
Iniciado en febrero de 2019, el proyecto "Catalysts for Gender Transformative Change" (Catalizadores para un cambio transformador de género) se basa en el análisis de género “Working Together for Gender Equality” (Trabajando juntos por la equidad de género) que Nespresso llevó a cabo en 2018.
Este análisis sentó las bases para una formación participativa de los agrónomos en la que su trabajo con caficultores se vuelve parte del proceso de aprendizaje. En este ciclo de capacitación, los especialistas de KIT emplean herramientas que fortalecen las capacidades de los agrónomos para identificar en su labor diaria situaciones que nazcan de la desigualdad de género y resolverlas.
“Nespresso reconoce que el rol de las mujeres en la cadena de valor del café, sean recolectoras, dueñas de fincas, esposas o hijas de caficultores, es fundamental para alcanzar una caficultura sostenible, en la que ambos géneros gocen de los mismos beneficios. Nuestro aliado, la Federación de Cafeteros, ha emprendido un trabajo importante en favor de la equidad de género que queremos apoyar, desde nuestro programa de Calidad Sostenible AAA, para lograr este cambio de paradigma que beneficiara al gremio en su totalidad”, afirma Santiago Arango, coordinador del Programa de Calidad Sostenible AAA de Nespresso para Colombia y Perú.
“Nos apoyamos en una comunidad de más de 120 agrónomos dedicados, de los cuales más del 40% son mujeres, para lograr este objetivo”, añade.
Dada la situación actual de la mujer en el mundo del café y en el marco del Día Internacional de esta bebida, Nespresso resalta el papel de la mujer en el gremio, reconociendo su labor incansable, dedicación y compromiso.
Es hora de mostrar que no detrás, sino al lado de un gran hombre, hay una gran mujer, y sobre todo saber que mucho del mejor café del mundo también es producido por mujeres.
