El INVIMA anunció que ya se cuenta
en Colombia con un laboratorio para implementar pruebas que comprueban el
engaño al consumidor de empresas que con el lactosuero hacen pasar este
producto por leche. El anuncio fue hecho en un debate virtual, Lactosueros VS
Leche, con participación de Demogan, el senador Jorge Enrique Robledo y
Redpapaz.
Allí Carlos Robles, director de Alimentos y Bebidas del
INVIMA comentó que, frente a este caso, se adelantarán 210 muestras de leche
cruda para reforzar la vigilancia, control, muestreo y técnicas científicas
hechas en Colombia e identificar la diferencia entre la proteína producida por
la leche y la la bacteria producida por el lactosuero.
Según Robles, la identificación de las moléculas de
lactosuero genera una dificultad importante, por lo que se propone se
establezca un umbral de tolerancia de esta molécula en la leche como se ha
hecho en otros países como Brasil. “Es un asunto de relevancia para nosotros.
Ya iniciamos un primer monitoreo en asocio con la Superintendencia de Industria
y Comercio. Lo que es ilegal, es que en Colombia y en el mundo, no está
permitida la adición de lactosuero en la leche”, resaltó el funcionario.
Sin embargo, para muchos esta no es una respuesta
suficiente, ya que no es un tema nuevo. Desde 2011, el senador Jorge Enrique
Robledo ha estado denunciando estas prácticas en grandes superficies de
supermercados y ha alertado a las autoridades acerca de esta situación. No
obstante, no se han dado acciones regulatorias de impacto en este sentido.
El senador calificó la práctica de adicionar lactosueros a
la leche, causando su adulteración para después venderla como un producto puro,
como un acto de corrupción y de delincuencia contra los niños, las madres
gestantes y los consumidores de leche.
“Hay una estafa al consumidor y un engaño que debe ser
penalizado. Esto es extremadamente grave y no puede seguir sucediendo. Hay que
ser muy desalmado para darle lactosuero a un niño, haciéndolo pasar por leche y
cobrándolo como si fuera un producto puro. Esto tiene que cambiar, el consumo
de leche es decisivo para el crecimiento y desarrollo de la población
infantil”, añadió.
Robledo adujo que la diferencia de precios de lo que se
vende como lactosuero es de 1.175 pesos con la verdadera leche y que es una
problemática que viene afectando a ganaderos y consumidores desde hace varios
años.|
“El lactosuero no es
leche, eso debe quedar claro en las personas. Cuando alguien le mezcla
lactosueros a la leche, lo primero es que hay un acto de corrupción, porque
está vendiendo a precio de leche un lactosuero”.
Este es el punto central de un debate que ha comenzado a
resurgir acerca de la veracidad de la información que se le está dando a las
personas y de los efectos en su nutrición. Aquí entran a participar
representantes de diferentes sectores con diversas perspectivas respecto a este
tema.
“En medio de la contingencia en la que nos encontramos es
importante que se garantice una alimentación balanceada y adecuada a todos los
colombianos, especialmente a los niños. La leche es uno de los principales
insumos para un desarrollo sano y fuerte en la infancia y, asimismo, un
producto con un inmenso aporte nutricional para los más adultos. Por esto,
ahora más que nunca, es indispensable consumir aquellos alimentos que provean
estas propiedades. Esto solo se logra con una leche que sea 100% leche, sin
adulteración”, comenta Roberto Ramírez director de Demogan.
Según Demogan, a raíz de pruebas que se desarrollaron en un
laboratorio de Alemania a partir de 20 muestras, 9 compañías estarían añadiendo
hasta un 11% de lactosuero en la leche, lo que permite bajar su precio. Por
este motivo, decidió instaurar una acción popular en contra de estas empresas
con el objetivo de proteger la seguridad alimentaria, amparar a los campesinos
y lograr un etiquetado que diferencie claramente a la leche de la bebida
láctea.
“El país debe combatir a quienes están atentando contra la
buena alimentación y se debe contener el engaño al que se ven expuestos los
consumidores de Colombia. Las autoridades tienen el deber de actuar con el fin
de erradicar esta práctica”, afirma Roberto Ramírez, presidente del gremio.
Esta lucha también es apoyada por nutricionistas y padres de
familia preocupados por la nutrición de sus hijos. Red Papaz, por ejemplo, es
coadyuvante de la acción popular presentada por Demogan. Para Carolina Piñeros,
directora de la organización, el gobierno debe exigirles a las compañías que
den una información certera acerca de los componentes de sus productos, a
través de un etiquetado frontal de advertencia que sea claro y honesto.
“En Colombia preocupa el aumento de la malnutrición de los
niños, niñas y adolescentes, por lo que creemos necesario que se debe avanzar
en el etiquetado; restringir publicidad de productos no saludables; generar
entornos saludables de alimentación y un aumento de impuestos en algunos
productos”, establece Piñeros.
Es necesario que las autoridades competentes se tomen en
serio esta situación y tomen acciones pertinentes con el fin de reducir el
impacto negativo a los sectores más afectados por la problemática. Hay que
combatir el engaño y garantizar que los consumidores estén recibiendo bebidas
de calidad.