Los castigos y presiones por parte del gremio taxista al Gobierno Nacional, para que saque
de circulación a la aplicación Uber de Colombia, llevó a los directivos de la multinacional a tomar la decisión de abandonar el país, dejando de prestar sus servicios a 2 millones de usuarios y dejando a más de 88 mil socios (conductores) desempleados, los cuales usaban la aplicación como medio alternativo de trabajo.
“Esta decisión afecta la economía, el desempleo, la competitividad, la productividad, la pobreza, la desigualdad, la informalidad y los sobrecostos en el país. Es una mala noticia para la economía, los emprendimientos y la generación de empleo en Colombia, pero en especial para los usuarios y socios conductores que utilizan la plataforma ya que son los más afectados o porque quedan sin empleo o pagando costos más altos a cambio de servicios de menor calidad”, aseguró el legislador, Andrés García Zuccardi.
Con la salida de esta multinacional de Colombia, el Gobierno está enviando un mensaje negativo y les está cerrando las puertas a las multinacionales que estén pensando en invertir en Colombia, “el mensaje que debe enviar el Estado Colombiano a las multinacionales como UBER, debe ser positivo y que aquí trabajamos día y noche por generar más y mejores oportunidades de empleo, empleabilidad y emprendimiento que mejoran la calidad de vida de los colombianos”, afirmó el Senador Andrés García Zuccardi.
Para que la multinacional Uber regrese a Colombia, el Gobierno Nacional deberá regular a través de medidas legales y normativas que garanticen su libre funcionamiento y le permitan trabajar en igualdad de condiciones a taxistas y socios de la aplicación en el país.