Asegurar el mejor desempeño de los empleados es fundamental para el éxito de una empresa. Esta clave gerencial se confirma con los hallazgos levantados por la encuesta de pequeñas y medianas empresas de América Latina, realizada por Brother International Corporation en el 2019. El 76% de los gerentes encuestados manifestaron su preferencia por invertir en mejorar la eficiencia de los empleados existentes, en lugar de aumentar el número de contrataciones. Además, según este estudio, el 63% dijo que en el año pasado invirtieron en instalaciones, inventarios y equipos para ganar ventajas competitivas. Alrededor del 70% de los directivos de las empresas realizaron inversiones en computadoras, tecnología móvil, impresoras, escáneres y copiadoras.
Invertir en la tecnología correcta puede aumentar la eficiencia en la oficina. Sin embargo, los gerentes deben considerar algunos factores humanos específicos que impactan la moral y productividad de los trabajadores. Los gerentes latinoamericanos, como otros en el mundo, necesitan ser proactivos para asegurarse que no están sobrecargando a sus empleados con demasiado trabajo, ya que esto podría llevar al agotamiento laboral y provocaría que se reduzca el bienestar y el rendimiento de los empleados a largo plazo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el agotamiento laboral como un síndrome que resulta del estrés crónico en el lugar de trabajo e incluye sensaciones de fatiga, sentimientos de negatividad del empleado sobre sus labores y eficiencia reducida en el trabajo. El agotamiento laboral es un tema tan frecuente que la OMS lo incluye desde 1990 en su Clasificación Internacional de Enfermedades[2]. Esta organización también señala que un entorno negativo de trabajo es una posible causa para problemas frecuentes de salud mental, como la depresión y la ansiedad, lo que podría ocasionar una disminución en la productividad del lugar de trabajo. Se estima que el decrecimiento de la productividad le costaría a la economía mundial $1 billón de dólares al año. [3]
Para evitar el agotamiento laboral cuando se intenta incrementar la productividad, es necesario generar un sentido de bienestar entre sus empleados. Dann Albright, colaborador del blog Hubstaff, detalla una correlación interesante entre la eficiencia en el lugar de trabajo y el nivel de bienestar que los empleados experimentan[4]. Según Albright, esta relación se basa en tres factores humanos importantes: evitar la microgestión para aumentar la autonomía, fomentar el cuidado personal y permitir espacios de trabajo remoto.
Por la cantidad de tareas diarias que tienen que realizarlos propietarios de empresas, es posible que cuestionen estos estilos de gerencia transversales. Sin embargo, estos factores atraen a muchos trabajadores hoy en día, especialmente a los milenials, porque les permite trabajar de forma más eficiente.
Estas son algunas maneras de maximizar los beneficios de cada uno de estos factores en su empresa:
Evitar la microgestión para aumentar la autonomía: Puede parecer contradictorio decir que la productividad en el lugar de trabajo mejorará con menos supervisión. Sin embargo, muchos estudios y expertos apoyan esta idea. Los empleados pueden ponerse nerviosos, estresados y tener un bajo desempeño por la presión constante de la microgestión de un jefe. Un enfoque menos intervencionista da a los empleados la libertad de trabajar de forma autónoma en el estilo que prefieran y les da la responsabilidad de la gestión del tiempo y del equipo de personas, lo que aumenta la productividad. Además, los empleados sentirán la confianza que la gerencia ha depositado en ellos, lo que conducirá a un incremento en la moral de la oficina. Los empresarios que están acostumbrados a la microgestión pueden tener problemas para hacer la transición a este modelo de "pensamiento más estratégico", como lo describe Albright. Confiar en la autogestión de sus empleados puede ser un gran cambio de la estructura actual de su oficina, pero la ciencia respalda los numerosos resultados positivos de hacerlo.
Fomentar el autocuidado: Desde mediados de los años 90, los informes de estrés laboral se han multiplicado en frecuencia, lo que ha llevado a un número mucho mayor de empleados a ausentarse del trabajo por enfermedad. Es obvio que el ausentismo laboral debido a enfermedades relacionadas con el estrés conlleva a una menor productividad, pero también es importante comprender que los empleados estresados pueden tener un peor desempeño en el lugar de trabajo debido a la mala salud física o mental. Sin embargo, cualquier gerente sabe que una cierta cantidad de estrés motiva a los empleados a trabajar duro. Teniendo en cuenta estos factores, es importante encontrar un equilibrio entre la presión en la oficina y, al mismo tiempo, alentar a los empleados a cuidar su propio bienestar físico y mental. Una gran forma de hacer esto incluye escuchar a los empleados, dar retroalimentación, ofrecer un trabajo significativo y definir claramente qué se considera un trabajo exitoso. Otro aspecto muy importante para alentar el autocuidado de los empleados es demostrar que valora aspectos como el equilibrio entre la vida laboral y personal, cantidades de sueño saludables y fomentar la relajación y el ejercicio. Los empleados que son alentados en el lugar de trabajo a manejar el estrés se desempeñarán en niveles más altos y la cultura organizacional será más coherente.
Uso de espacios de trabajo remoto: En pocas palabras, cuando los empleados tienen la flexibilidad de trabajar de forma remota, la productividad aumenta. La investigación de Albright encontró las siguientes correlaciones con los trabajadores remotos: son más productivos, trabajan más horas, toman menos licencias por enfermedad y están más comprometidos en el trabajo. Por ejemplo, algunos padres necesitan salir temprano para recoger a sus niños de la escuela o desean ver un partido de fútbol de sus hijos en la tarde. La capacidad de trabajar remotamente, especialmente desde casa, les permite reponer el trabajo en la noche o en un fin de semana. Como gerente de empresa, debería poner a disposición de sus empleados el horario flexible y la posibilidad de trabajar remotamente de manera limitada o como una política de la compañía de acuerdo con las necesidades de sus empleados.
De hecho, el permitir a los empleados trabajar desde su casa puede producir beneficios significativos para la compañía. De acuerdo con la investigación conducida por el profesor Nicholas Bloom de la Stanford University, los empleados que trabajan desde casa no solo ahorraron tiempo al no tener que movilizarse al trabajo, sino que también pudieron concentrarse mejor y distraerse menos sin la actividad de la oficina a su alrededor.[5] Además, faltaron menos días por motivos de enfermedad y tomaron menos tiempo de vacaciones. Sin embargo, el estudio también reveló que los empleados que trabajan desde casa no quieren trabajar a distancia todos los días porque se sienten muy aislados de otros empleados y supervisores. De acuerdo con esta investigación de Stanford, los gerentes deberían definitivamente considerar poner el trabajo remoto como una opción para algunos empleados, al menos por unos días al mes. Trabajar desde casa requiere que los empleados tengan disponible la tecnología con el nivel de calidad que tendrían en la empresa para garantizar la conectividad a la par de la oficina, lo que incluye una computadora e impresora rápida y herramientas digitales de comunicación y colaboración, tales como correo electrónico, mensajes de textos, conferencias en línea y archivos colaborativos en la nube. Si la compañía provee de estas herramientas, a los clientes generalmente no les importará desde donde trabajan los empleados.
Sobre esta investigación hay un dato innegable: Las pymes necesitan tanto de empleados motivados, a quienes verdaderamente les agrade trabajar en sus empresas, así como excelente tecnología que les permita desempeñarse con éxito desde cualquier lugar. En los negocios, esta es una combinación inmejorable.