La leche se ha convertido en un
alimento indispensable para el crecimiento del ser humano, por esta razón el
tratamiento que se le dé al producto desde el primer momento marcará la
diferencia en los nutrientes y la calidad que llega al consumidor, por ello El
Pomar basado en su trayectoria, destaca en cinco pasos, la forma adecuada para
manejar la leche, y así garantizar que sea óptima para el consumo.
Paso 1: La verificación de la calidad empieza desde el
hato, donde las compañías ofrecen una serie de capacitaciones a los ganaderos
para que identifiquen si la leche cuenta con las propiedades necesarias para el
consumo. Además, se realiza un seguimiento para saber si el producto resiste el
proceso en la planta.
Paso 2: Al llegar a la planta se toma una muestra en el
carrotanque, esto con el fin de verificar el estado y buena manipulación por
parte del productor, estas pruebas de laboratorio están estipuladas de acuerdo
con la legislación colombiana, cuando la leche es óptima se procede a descargar
para empezar el proceso.
Según Carlos Zambrano Gerente de Planta El Pomar “Si la
leche no cumple alguno de estos requerimientos se debe devolver el producto
para evitar problemas que atenten contra el consumidor o nuestro proceso; en el
área de control calidad de El Pomar revisan durante todo el proceso que la
leche mantenga las propiedades fisicoquímicas y microbiológicas”
Paso 3: Después del descargue se enfría y se almacena bajo
unas condiciones específicas permitiendo mantener la leche fresca para empezar
el proceso de ultrapasteurización.
Paso 4: En la ultrapasteurización se eleva la temperatura a
140°C por cuatro segundos para reducir o desactivar la carga microbiana de la
composición natural de la leche, esto la convierte en larga vida. Además,
reduce los posibles microorganismos que pueden ocasionar daño a la salud del
consumidor.
Paso 5: Al momento de envasar la leche se debe tener en
cuenta que los empaques Tetra Pak y Polietilenos de alta barrera son fabricados
con materiales que impiden el paso de la luz y oxígeno, que se esterilicen para
evitar la propagación de microorganismos que puedan generar intoxicaciones.
Para finalizar el proceso se realiza un embalaje y distribución en vehículos
adecuados, de forma que no se deteriore el producto y siempre mantenga la
calidad de fábrica.
Entre 2011 y 2016 el consumo de leche UHT creció un 61.8%,
al pasar de 529,5 a 856,8 millones de litros, con un promedio anual del 10,1%,
según Asoleche, este alimento proporciona una gran cantidad de calcio, que lo
convierte en fuente indispensable para la formación y mantenimiento de huesos y
dientes, además, mejora la presión y coagulación sanguínea, convirtiéndose en
una fuente importante de proteína.