La
multinacional Unilever, propietaria de la marca de cuidado personal Dove,
reafirma su política que prohíbe todas las pruebas en animales en cualquier
parte del mundo. Además, ahora sus productos llevarán en sus empaques el logo
cruelty-free (libre de crueldad animal) de PETA, a partir de este año, para
asegurar e informar a los consumidores que sus productos no hacen, ni harán,
pruebas en animales. La compañía ha anunciado además que respalda la petición
de una prohibición global sobre las pruebas en animales, similar a la existente
en la Unión Europea.
Para ello, han invertido más
de un millón de horas del trabajo de sus colaboradores y más de 100 millones de
euros a la investigación de alternativas para las pruebas en animales, esto con
el fin de evaluar la seguridad de sus productos para los consumidores, bajo el
marco establecido por la compañía de anteponer el riesgo, en lugar del peligro.
Con el compromiso de
incentivar el fin de las pruebas en animales, la compañía ha llevado a realizar
un esfuerzo colectivo que se resume en la presentación y publicación de los resultados de sus investigaciones al público,
así como trabajar con organizaciones internacionales y autoridades regulatorias
que extiendan estas políticas a la industria.
Con esto, Dove y Unilever
reafirman su compromiso por la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y
los consumidores, enmarcado en su Plan de Vida Sostenible, estrategia del
negocio de la compañía.