La
Superintendencia de Sociedades, a través del Auto 400-003238, admitió en
reorganización –en los términos de la Ley 1116 de 2006- a la sociedad
Franquicias Latinoamericanas S.A. Sucursal Colombia, cuya matriz opera en
República de Panamá.
La
empresa, que opera en Colombia la cadena de restaurantes TGI Friday’s, se
encuentra imposibilitada para cumplir con sus obligaciones mercantiles y entró
en cesación de pagos, con deudas vencidas por más de 90 días, que representan
más del 10% del pasivo total.
De
acuerdo con los documentos que acompañan la solicitud a reorganización, el
pasivo de la sociedad al 31 de diciembre de 2015 sumaba $24.508 millones, de
los cuales $3.866 millones corresponden a obligaciones incumplidas.
De
igual manera, el dictamen del revisor fiscal informa que al 31 de diciembre de
2014, la empresa se encontraba en causal de disolución por presentar patrimonio
negativo de $1.579 millones, que al 31 de diciembre de 2015 ascendía a $8.778
millones.
Entre
las causas de insolvencia que presenta la compañía aparecen, entre otras, el
valor retroactivo a pagar por concepto de actualización del canon del inmueble
localizado en el Parque de la 93, decretado en una sentencia judicial, que
asciende a $1.140 millones.
Así
mismo, argumenta una “reducción importante de las ventas durante 2015” y
“pérdida de patrimonio como consecuencia de la devaluación del peso y altos
costos en función del nivel de ventas registrado”.
Como
promotor fue designado Javier Suárez Torres, quien se encuentra inscrito en la
lista de auxiliares de la justicia de la Superintendencia de Sociedades.
El
objeto social de Franquicias Latinoamericanas es el de explotar económicamente
el negocio de restaurantes en Colombia; así como el diseño, construcción,
montaje, reparación y acondicionamiento de cualquier tipo de obras civiles, en
especial de restaurantes.
El
superintendente de Sociedades, Francisco Reyes Villamizar, recordó que “el
régimen de insolvencia tiene por objeto la protección del crédito y la
recuperación y conservación de las empresas como unidad de explotación
económica y fuente generadora de empleo”.
En ese
sentido, la reorganización pretende, a través de un acuerdo, preservar empresas
viables y normalizar sus relaciones comerciales y crediticias, mediante su
restructuración operacional, administrativa y de sus pasivos.