La excesiva contaminación mundial de
productos de un solo uso como lo son los empaques y contenedores plásticos, han
provocado que las empresas productoras y sus consumidores muestren preocupación
frente a cómo reducir esta huella en los ecosistemas terrestres y marítimos. En
ese sentido, muchas compañías han optado por impulsar prácticas forestales
sostenibles y aumentar la proporción de materiales reciclados y reutilizados
para atraer a clientes cada vez más conscientes respecto a la trazabilidad de
lo que consumen.
Sin embargo, el panorama es retador. Según un estudio de Bain & Company, solo una minoría de las empresas de papel y embalaje están tomando el tema en serio y están actuando sobre la pérdida de biodiversidad hoy. De una muestra global de alrededor de 100 empresas, solo el 22% informó evaluar su impacto en la cadena de valor y solo el 31% informó tomar medidas para avanzar en los compromisos relacionados con la biodiversidad. No obstante, el 45% de las compañías encuestadas planea comenzar a evaluar su impacto en la biodiversidad en los próximos dos años y el 35% planea actuar.
Catalina Fajardo, socia de Bain & Company en Colombia, señaló que “la industria debe centrar proactivamente el debate en torno a la sustitución de algunos materiales y proporcionar soluciones a las empresas, minoristas y consumidores de bienes de consumo envasados (CPG), o corren el riesgo de llevarse una sorpresa negativa por las elecciones de clientes cada vez más exigentes. Hoy en día existe un mayor escrutinio de los medios y las organizaciones no gubernamentales sobre el impacto ambiental de los envases de plástico. Este año los investigadores descubrieron que hay más de 170 billones de piezas de plástico en los océanos, es decir, más de 21.000 piezas de plástico por cada uno de los 8.000 millones de habitantes de la Tierra”
Para la consultora, salir exitosos de esta demanda, implica en un primer lugar preguntarse: ¿quiénes son los clientes y consumidores finales de cada producto? ¿cómo se utilizará el producto? ¿cómo se eliminará? ¿qué papel se desempeña en la cadena de valor? Ciertos sustratos pueden obtener muy buenos resultados en una dimensión, pero malos en otra. Entonces, ¿qué dimensión es más importante para la compañía? Con respuestas a estas preguntas, es posible identificar los criterios medioambientales claves de los clientes, y seleccionados los segmentos prioritarios, las empresas pueden diseñar su estrategia de sostenibilidad, que generalmente incluye el desarrollo de ambiciones claras de sostenibilidad, comenzando con el diseño de los empaques, considerando la recolección, el reciclaje, y la comunicación con los reguladores y los clientes.
Hay que destacar que el informe también proyecta un crecimiento de la industria del 21% hasta alcanzar 1,2 billones de dólares en los próximos tres años, impulsado por la estabilidad demostrada a lo largo del tiempo por industrias dependientes de envases, como la de alimentos, productos para el cuidado del hogar y productos farmacéuticos, que han resistido durante momentos económicos difíciles, como la crisis financiera mundial de 2008-2009 y el confinamiento por la pandemia de Covid-19 en 2020. Por otro lado, el mayor desarrollo se observa en la categoría de papel rígido, que podría superar las tasas de expansión del plástico en 2026 debido a la adopción de papel como sustituto en productos como platos y pitillos, entre otros.
Para Bain la perspectiva de crecimiento en esta industria subraya la importancia de la sostenibilidad como un impulsor clave para el cambio, por lo que es esencial que tanto la industria como los consumidores se comprometan en la búsqueda de soluciones ambientales significativas a la par que evolucionan en una industria indispensable para el comercio de múltiples artículos de consumo alrededor del planeta.