Debido al ritmo y las exigencias del mundo moderno, los padres cuentan con espacios de tiempos limitados para dedicar al entretenimiento y educación de sus hijos. Actualmente y dado el contexto de pandemia, esos momentos se han reducido aún más, pues los adultos se mantienen ocupados trabajando o capacitándose en línea, realizando los quehaceres del hogar o apoyando las clases online de los niños, lo que también ha provocado un menor monitoreo o vigilancia de las actividades de los menores en la web.
Así lo reveló un estudio de la compañía global de ciberseguridad Kaspersky en conjunto con la consultora de estudios de mercado CORPA, el cual indicó que cerca del 25% de los padres latinoamericanos les gustaría estar más involucrados en la vida digital de sus hijos, pero no cuentan con el tiempo suficiente o no se manejan con la tecnología. Al respecto, los progenitores chilenos son quienes más desearían hacerlo, con un 29%, seguidos por colombianos (25%) y argentinos y peruanos, con 22% respectivamente. Por último, se encuentran mexicanos (20%) y brasileños (18%).
En paralelo, la investigación mostró que el 31% de los encuestados en Colombia afirma que, en ningún caso, Internet podría representar una amenaza para la integridad de sus hijos; no obstante, el 97 considera ético monitorear el contenido digital que ven sus niños. En esta línea y consultados sobre hasta qué edad creen que es ético llevar a cabo este control, un 78% de los progenitores de la región considera que entre los 15 y 18 años es adecuado hacerlo. En tanto, un 11% piensa que entre los 11 y 14 años y solo el 1% de los padres estima que entre los 7 y 10 años.
El estudio se enmarca en la campaña Niños Digitales realizada en la región por Kaspersky para analizar qué tan involucrados y comprometidos están los padres de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, en la vida y comportamiento digital de sus hijos.
Control parental
Tal como los adultos, los niños y adolescentes igualmente han incrementado sus horas de conexión ya que necesitan asistir a clases virtuales, conversar con amigos, buscar información y entretenerse, lo que también los pone en escenarios riesgosos. Es así como se pueden ver expuestos a retos virales que parecen divertidos pero que en muchos casos incitan a los menores a acciones peligrosas que pueden comprometer su integridad física, tal como ha pasado con el Momo, los videos del Goofy Humano o el reto de la Ballena Azul.
Asimismo, pueden ocurrir otras amenazas cibernéticas, tales como el bullying o ciberacoso, sexting, grooming y robo de información, esto último a través de mensajes o conversaciones engañosas en donde los niños y jóvenes revelan datos personales online de manera inconsciente y automática, quedando totalmente expuestos en la red.
Por estas razones las herramientas de control parental son gran aliados ante esas posibles amenazas, pues con ellas se pueden gestionar contenidos, filtrar mensajes y limitar las actividades digitales de los menores. Aunque un 57% asegura que conversa regularmente sobre los peligros de la web con sus niños, también es relevante que los padres les expliquen sobre el por qué incluyen un sistema de monitoreo, para que no sientan que se está invadiendo su espacio privado o intenten desactivar la plataforma.
Según la investigación, algunos padres que ya utilizan un software de control parental notaron que sus hijos intentaron desinstalarlo. En este punto, son los chilenos quienes vieron mayores intentos por desactivar el sistema de vigilancia, con un 22%, seguidos por mexicanos (16%), colombianos y brasileños, ambos con 14%. Más atrás están se ubicaron peruanos (12%) y finalmente argentinos (8%).
Ante esa situación, Santiago Pontiroli, analista de seguridad en Kaspersky, enfatiza en que: “tener la herramienta de control parental y que esta sea desinstalada es como dejar que los niños crucen la calle sin mirar antes a ambos lados. Puede que un día no les pase nada, pero eventualmente, el no tomar las debidas precauciones puede provocar un accidente. Lo mismo pasa en línea. Si no se toman las debidas precauciones, en un momento de poca supervisión los menores pueden tomar una decisión equivocada, acceder a contenidos riesgosos o exponerse a otras amenazas que conlleven a un daño real. Por eso es que el dialogo es muy importante, especialmente con los adolescentes, para que exista un acuerdo entre padres e hijos sobre el uso de este tipo de herramientas y no lo vean como una invasión a su privacidad”.
Para ayudar en la protección de los hijos contra todas las amenazas en Internet, Kaspersky recomienda:
Mantener la comunicación fluida con los niños y jóvenes del hogar y educarlos sobre los potenciales peligros de la red.
Enseñarles a los más pequeños a bloquear e informar a los
adultos cuando vean o experimenten cualquier situación problemática en la web.
Participar en las actividades digitales de los hijos como un
guía, estableciendo reglas básicas y fáciles de comprender.
Configurar las herramientas de privacidad en las redes
sociales y plataformas digitales para que los mensajes sean solo visibles para
ciertos amigos y familiares de los menores de edad.
Utilizar un software de seguridad en todos los dispositivos
con acceso a Internet, tales como PCs, smartphone y tabletas. Incluir una
herramienta de control parental como Kaspersky Safe Kids, esta solución
permitirá bloquear contenido inapropiado, mensajes de spam y ayudará a
establecer reglas para el uso de Internet.