Los primeros años de vida son una etapa clave para la
adquisición de habilidades y herramientas. Según un estudio de la Universidad
de Cambridge, los conceptos y hábitos financieros se forman hasta los 7 años.
Por esto, es clave inculcar a los niños desde edades tempranas la importancia
del ahorro, el manejo del dinero y el valor de las cosas. A pesar de sonar
compleja, esta tarea es más fácil de lo que parece y vale la pena el esfuerzo.
Para ello, las vacaciones son la oportunidad perfecta para
que los niños y niñas realicen actividades que los familiaricen con nuevos
hábitos, además de permitirles formar nuevas habilidades y extender sus
procesos de aprendizaje. Por eso, Nu Colombia entrega unas recomendaciones para
fomentar la enseñanza de la educación financiera en los más pequeños de la casa
durante el receso escolar:
Dar una mesada: Está demostrado que los niños no
desarrollan el hábito de ahorrar observando sólo a los adultos. Por eso, es
importante que puedan tener su propio dinero y aprendan a administrarlo. Dar
una asignación semanal o mensual es una forma de dar ejemplo, al establecer un
valor y explicar que con este se puede comprar desde un dulce hasta un
videojuego dependiendo de cómo lo distribuya y administre el niño.
La mesada permite que los niños y niñas aprendan desde
temprana edad que el dinero no es infinito y que la planificación es necesaria,
generando una relación más consciente con este y un vínculo a largo plazo con
su buena administración.
Establecer metas: Los sueños son naturales en los niños y
deben fomentarse y aprovecharse para presentar al dinero como una herramienta
que permite alcanzar algunos de ellos. Si un niño pide un viaje, un juguete o
una consola es una oportunidad para establecer una meta de ahorro que le
permita acceder a eso que anhela.
No es que el niño deba pagar necesariamente el precio
completo por lo que quiere; según el caso, el valor puede incluso ser
simbólico. Lo importante es transmitirle la importancia de crear objetivos y
participar en su consecución.
Animar al niño a ahorrar siempre un porcentaje fijo: Si el
niño ya cuenta con una mesada es recomendable enseñarle a separar siempre un
porcentaje del valor, ya sea el 10%, 20% o incluso el 50%. Lo importante, en
este caso, es crear el hábito de guardar.
Es fundamental que los niños se diviertan y vean el dinero
como una forma de hacer las cosas interesantes y posibles, por eso, no se
recomienda que guarde el 100%, pues,
generará un efecto contrario al quitarle un estímulo. Se recomienda que el niño
vea este ejercicio como un juego en el que puede ganar una recompensa final.
Los más pequeños, al tener su memoria en desarrollo, necesitan repeticiones
para procesar lo que aprenden, por eso la constancia es clave para estas
actividades.
Enseñar sobre inversiones: Es importante mostrar al niño
con la práctica lo que se puede generar con dinero. Los padres pueden hacer
dinámicas con sus hijos en donde ellos son los encargados de ahorrar algo de su
dinero y concertan una fecha para la devolución al hijo. Mientras tanto, los
padres pueden usar el dinero en una inversión de bajo riesgo para entregarla
con intereses.
Al recibir la devolución del dinero, el niño reafirmará su
confianza hacia el padre y comprenderá que el dinero puede rendir, incluso con
bajos montos. Entonces es el momento de explicar, de forma sencilla y coherente
con la edad, cómo rinde el dinero cuando se invierte.
Educar a los niños con conciencia financiera es una gran
parte de la educación de adultos responsables con el dinero y los hábitos de
ahorro.