El impacto de Justo & Bueno al país y a los hogares colombianos sigue siendo motivo para que más personas se unan con el fin de salvar la empresa.
Con el objetivo principal de mantener la operación de la compañía como canal de distribución para sus proveedores y para que sirva de fuente de pago del pasivo reorganizable, un grupo de proveedores propuso capitalizar sus pasivos en porcentajes que oscilen entre el 50% y el 80% de la deuda cierta reconocida. El excedente se pagará en los términos que indique el acuerdo de reorganización, una vez sea aprobado por la Superintendencia de Sociedades.
Esta financiación planteada genera las condiciones propicias en términos de balance de la compañía y es necesaria para la continuidad del modelo de negocio y para el levantamiento de capital nuevo. El abastecimiento de las tiendas reactiva la fuente de ingresos, para lo cual propusieron los mismos acreedores, constituir una estructura fiduciaria o patrimonio autónomo que permita aislar el riesgo de los nuevos despachos y garantizar el pago de éstos a los proveedores y de las obligaciones a colaboradores, arrendadores y demás aliados.
En cuanto a la consecución de capital nuevo, ya dos fondos de inversión, uno colombiano y uno internacional han manifestado su apoyo decidido. Teniendo en cuenta que con esto no se suma la totalidad del dinero que se requiere, los acreedores hacen un llamado a que todo Colombia apoye el salvamento de Justo & Bueno. Manifiestan que los colombianos pueden apoyar comprando en las tiendas y que valdría la pena que el gobierno también aporte para lograr salvar los cerca de 20.000 mil empleos directos e indirectos que genera la compañía.
Cabe mencionar que los accionistas iniciales están dispuestos a perder su capitalización con el fin de salvar la empresa y que más de 100 compañías podrían terminar en insolvencia si no se salva Justo & Bueno.
