Durante los últimos años, consumidores alrededor del mundo
han venido modificando sus hábitos, adaptándose cada vez más a la virtualidad.
Ahora, con el impacto que ha tenido el covid en el comercio mundial, esta
transformación está lejos de ser estática y continúa abordando nuevos espacios
de oferta y demanda de productos y servicios, de manera no presencial.
El mobile commerce, más conocido como m-commerce, es un
canal de comercio electrónico que se desprende del e-commerce tradicional y se
enfoca en las compras hechas a través de dispositivos móviles. Durante los últimos
años, este término ha tomado mayor relevancia en América Latina, gracias al uso
cada vez más generalizado de teléfonos inteligentes y al crecimiento en la
penetración del internet en la región, el cual pasó del 43,4% en 2015 al 71,5%
en 2020, superando incluso el promedio mundial de 62%, según refleja un informe
de Internet World Stats y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(Cepal).
Si bien este mismo informe resalta que la región aún se
ubica lejos de Europa y Norteamérica, donde se llega al 87,2% y 90,3%,
respectivamente, es una excelente cifra para una zona con mercados en
crecimiento.
El mercado turístico en la post-pandemia
Actualmente, el teléfono celular se ha convertido en una
herramienta casi obligada durante los viajes, gracias a que facilita
actividades esenciales como tomar fotografías, identificar rutas o ubicarse en
un destino desconocido. A través del m-commerce, el viajero tiene también toda
su agencia de viajes en el bolsillo, lo que le permite no solo revisar sus
itinerarios, sino además adquirir otros productos durante sus vacaciones, como
actividades que desee realizar en el destino, alquiler de carros o incluso
reservar un hospedaje a último momento.
Todo esto simplifica el día a día del viajero, ya que con solo
descargar una app y tener acceso a internet, contará con un sinnúmero de
productos y servicios de viaje, junto con múltiples opciones de pago y
financiamiento electrónico, todo en cualquier momento y a un par de clics de
distancia.
Uno de los protagonistas en el m-commerce turístico es la
empresa de viajes Despegar, compañía nativa digital, que desde hace varios años
se convirtió en mobile first, siguiendo un diseño adaptado a los móviles, al
entender que el mercado se movía hacia el predominio de los dispositivos
móviles para uso transaccional.
Para Dirk Zandee, Country Manager de Despegar para la Región
Andina, todo esto va de la mano con un equipo humano de alto rendimiento, que
se desafía día a día, que está en continuo crecimiento y aprendizaje, buscando
adelantarse a las necesidades del viajero latinoamericano. “Esto permite
múltiples beneficios a través de la App, como ofertas exclusivas adaptadas al
perfil del usuario, que tengan la posibilidad de autogestión de los viajes e incluso
soluciones como el kit del viajero para seguir el estado del vuelo, conversor
de divisas y medidor de equipaje con realidad aumentada”, concluye.
De acuerdo con datos de la compañía, las transacciones a
través de dispositivos móviles ya superan el 50% de las compras turísticas,
convirtiéndose en la herramienta más utilizada para escoger las próximas
vacaciones.
Caso Colombia
El país cuenta con una gran diversidad en materia turística,
la cual a través del tiempo se ha ido descentralizando, permitiendo que
pequeños y medianos municipios en lugares alejados de las grandes ciudades
tengan ofertas turísticas de calidad. Las aplicaciones de turismo han servido para visibilizar muchos de estos
destinos, donde existen pequeños prestadores de servicios turísticos que han
visto en los operadores turísticos online una oportunidad para darse a conocer
y acceder a más viajeros locales y extranjeros.
En cuanto a la demanda, cada vez más personas tienen como
herramienta de uso diario el teléfono móvil. De acuerdo con el informe Digital
2021, publicado por We are Social y Hootsuite, de los usuarios entre 16 a 64
años que poseen algún dispositivo móvil y tecnológico en Colombia, el 97.5%
utiliza un teléfono inteligente.
Estas cifras resultan muy alentadoras, en busca de una
reactivación turística post-aislamiento, donde el smartphone se convierte en el
gran aliado para que los viajeros sigan buscando y escogiendo sus próximos
destinos.