Acaba un año marcado por la
pandemia, que ha puesto en jaque las estrategias de seguridad de las empresas
de todo el mundo. Curiosamente, hace algo más de dos décadas el mundo de la
ciberseguridad vivía un momento crítico también, el temido Efecto 2000, también
conocido como bug Y2K, un error informático causado por la costumbre programar
la fecha omitiendo el siglo (generalmente para ahorrar espacio en la memoria)
asumiendo que el software sólo estaría en funcionamiento entre 1900 y 1999, y
que amenazaba con poner el mundo patas arriba. Todavía son muchas las dudas que
quedan entorno a este tema, y por este motivo, Check Point® Software
Technologies Ltd. (NASDAQ: CHKP), proveedor líder especializado en
ciberseguridad a nivel mundial, resume una de las fechas más importantes del
calendario del S.XX en el mundo de la informática.
1. ¿En qué
consistía exactamente el Efecto 2000? El error del conocido como “bug del
milenio” tenía como origen la configuración de las fechas en los sistemas
informáticos. Con el objetivo de ahorrar espacio en la memoria, se utilizaba un
formato día/mes/año en el que se utilizaban 2 dígitos para cada apartado. De
esta forma, si era 26/03/98, el sistema entendía que se refería a 1998. Sin
embargo, el problema se producía con la llegada del año 2000, puesto que los
ordenadores interpretarían el “00” al final de la fecha como 1900. Por tanto,
los sistemas informáticos, en lugar de continuar con una línea temporal
progresiva, retrocederían en el tiempo 100 años, generando un efecto cascada
que derivaría en fallos en sistemas primarios de los equipos.
2. ¿Mito o
realidad? Debido a los escasos problemas de seguridad que se detectaron en todo
el mundo (en comparación con las previsiones), uno de los principales debates
en la sociedad acerca del Efecto 2000 giraba en torno a si era real o, por el
contrario, todo había sido una invención por parte de algunos agentes del
sector de la informática interesados en obtener beneficio económico. Sin
embargo, la verdad es que “el error del milenio” fue real y sólo la actuación
de los gobiernos y expertos en ciberseguridad previnieron sus consecuencias,
tal y como demuestra en una de sus charlas Martyn Thomas, profesor de
Tecnología de la Información en Gresham College. De hecho, este reconocido consultor
tecnológico explicó que el principal fallo residía en el hecho de utilizar
dígitos de dos cifras para nombrar los años impedía a los sistemas operativos
reconocer el cambio de siglo, lo que podría derivar en que todas las redes
informáticas dejasen de funcionar, por lo que los cajeros automáticos no
expedirían dinero, los aviones no podrían volar, etc. El Efecto 2000 fue real,
y una gran amenaza.
3. ¿Puede volver a
producirse? Sí, y de hecho antes de lo que pueda parecer. Una de las soluciones
más ampliamente utilizadas para combatir el Efecto 2000 fue cambiar el año de
referencia al 20 (se tomaba como año de partida del “nuevo siglo”), ya que se
pensaba que era una fecha lo suficientemente lejana como para que se utilizasen
sistemas distintos. Sin embargo, más que una solución, simplemente fue un
parche temporal para retrasar sus efectos. De hecho, el 1 de enero de 2020 los
parquímetros de Nueva York dejaron de procesar pagos, mientras que los
jugadores de títulos como WWE 2K20 sólo pueden jugar actualizando la fecha a
una de 2019. Por otra parte, en el
horizonte ya asoma el próximo bug Y2K. Se conoce como Efecto 2038, y afecta
principalmente a los ordenadores bajo en el sistema Unix (entre los que se
encuentran todos los de Apple), que almacenan el tiempo como la cantidad de
segundos que han pasado desde 1970. El límite de capacidad se cumple en 2038.
El Efecto 2000, el precursor del enfoque moderno de
ciberseguridad
Si bien es cierto que los grandes ciberataques de la
historia, como WannaCry (2017), Petya (2016) o Conficker (2008), se han
producido ya en el nuevo siglo, lo cierto es que el Efecto 2000 es uno de los
hitos más significativos para el mundo de la ciberseguridad. De hecho, esta
ciberamenaza a nivel mundial es, en cierta manera, la génesis del enfoque
moderno de protección en entorno virtuales, el cual se basa en la prevención de
riesgos.
“Hace dos décadas vivimos uno de los momentos más
trascendentales en lo que a seguridad informática se refiere. Y es que el
Efecto 2000 demostró que contar con una estrategia de prevención de amenazas es
clave en el mundo virtual”, señala Antonio Amador, Country Manager para la
Región Norte de América Latina de Check Point. “Por este motivo, en un año tan
convulso como este, en el que también hemos atravesado momentos muy delicados
por la pandemia, desde Check Point queremos insistir sobre la importancia de
contar con las herramientas para estar protegidos en el mundo virtual. Las
nuevas generaciones de amenazas son cada vez más evolucionadas, por lo que
cualquier mínimo riesgo puede tener consecuencias devastadoras. En definitiva,
en ciberseguridad no hay segundas oportunidades, por lo que siempre hay que ir
un paso por delante y estar preparados para evitar cualquier tipo de fallo
informático”, concluye Amador.