La lactancia materna exclusiva es fundamental para asegurar la adecuada nutrición y protección del lactante durante los primeros seis meses de vida. Según los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la lactancia exclusiva se define como alimentar al bebé únicamente con leche materna, sin incluir ningún otro tipo de líquido o alimento, ni siquiera agua. La promoción de esta podría salvar la vida de 820.000 niños al año en todo el mundo, según el informe de Unicef "Estado mundial de la infancia 2019".
La enfermera y magister en educación Margarita Mora Bonilla, profesional adscrita a Colsanitas comenta que “la leche materna proporciona todos los nutrientes, enzimas y factores de protección necesarios para el desarrollo y salud gastrointestinal del bebé. A partir del sexto mes, se debe iniciar la alimentación complementaria, manteniendo la lactancia hasta los dos años o más. Solo 2 de cada 5 lactantes menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna, como se recomienda”.
La lactancia materna exclusiva, tiene beneficios para el infante como el aumento de peso adecuado, contenido ideal y equilibrado de nutrientes y factores de protección, regulará las señales de apetito y saciedad. La leche se adapta a las necesidades de cada bebé y fortalecerá el vínculo madre-hijo y la protección del bebé.
Para lograr el éxito entorno a la lactancia, Mora comenta algunos de los conocimientos básicos sobre la lactancia como lo son:
Tener un entorno sano por parte de las personas con las que convive como familia y amigos.
Asistir a los cursos de preparación para la maternidad y
paternidad. Los centros médicos ofrecen estos servicios. Acérquese a su EPS
para conocer más al respecto.
Recibir las instrucciones y conocimientos del personal de
salud ya que ellos juegan un rol vital en este proceso. Son los encargados de
responder a las necesidades de la madre con guías actualizadas y apoyo
constante.
Iniciar la lactancia en la primera hora después del parto,
de esta forma se facilita el contacto piel con piel. Los estudios muestran que
esto aumenta el éxito y la duración de la lactancia hasta en un 60%.
Desde que el cuerpo de la madre permita, puede amamantar al
bebé a libre demanda, tanto en el día como en la noche. No hay un horario
específico para hacer esta actividad.
Identifique las señales de buen agarre y succión eficiente.
Esto muchas veces se enseñan en cursos de maternidad. Corregir la postura puede
ser el primer paso para evitar dolores en los pechos de la mamá y evitar
cólicos en los bebés. La asesoría de lactancia materna debe ser realizada por
profesionales de la salud certificados con experiencia en lactancia materna. Es
crucial verificar la idoneidad y experiencia de los asesores antes de recibir
consulta. Los profesionales idóneos incluyen médicos, enfermeras,
fonoaudiólogas, y nutricionistas, entre otros.
Desde que no sea necesario, evite el uso de biberones,
chupetes y pezoneras, ya que pueden interferir con la succión y la lactancia.
Monitoree que el bebé esté bien alimentado, asegurando
buena hidratación y nutrición. Un bebé bien alimentado orina al menos 3 veces
al día durante los primeros días, aumentando a 6-8 pañales mojados diarios
después de la primera semana.
Durante los primeros seis meses de vida, los bebés no deben recibir más que leche materna. Su alimentación debe ser normal y variada para evitar déficits nutricionales. Es importante destacar que las bebidas azucaradas como agua de panela, hinojo y maltas no aumentan la producción de leche, eso es solo un mito. Una nutrición óptima durante los primeros 1000 días de vida es esencial para el desarrollo adecuado del niño, ya que así se pueden disminuir los índices de obesidad infantil y otras condiciones a largo plazo