Como Aliado País y con el objetivo de impulsar iniciativas
que promueven las segundas oportunidades, Terpel implementa su programa
Restaurando Sueños, una iniciativa que abraza todos los proyectos de
reconciliación y construcción de paz a través de alternativas de generación de
ingresos, el apoyo a proyectos productivos y oportunidades laborales dirigidas
a víctimas del conflicto, firmantes de paz, pospenados y militares heridos en
combate.
Este programa que inició hace más de 7 años – de la mano de instituciones como la Agencia para la Reincorporación y la Normalización, la Corporación Matamoros, la Fundación Acción Interna, la Unidad para las Víctimas en alianza con la Corporación Mundial de la Mujer – ha apoyado a más de 37 proyectos productivos en 11 departamentos del país entre los que se encuentran Caquetá, Casanare, Tolima, La Guajira, Córdoba, Santander, Bolívar Magdalena y Cundinamarca.
“Las empresas tenemos un papel decisivo en la transformación de la sociedad y la construcción de un país reconciliado y en paz. Desde Terpel reafirmamos nuestro compromiso por una Colombia más incluyente y equitativa con programas como Restaurando Sueños, con el que fortalecemos las capacidades de emprendedores que continuarán aportando al desarrollo de sus comunidades, siendo agentes de paz y cambio, despertando en otros el interés por crecer y apostarle a una nueva realidad”, comentó Andrea Cheer, Directora de Asuntos Corporativos de Terpel.
Restaurando Sueños, en su línea de apoyo a proyectos productivos, realiza un acompañamiento que incluye formaciones e inyección financiera para estos emprendimientos, lo cual les permite nueve meses después finalizar el programa y así abrir puertas a nuevas oportunidades. La última generación que fue parte de esta iniciativa contó con siete emprendimientos - liderados por tres víctimas del conflicto armado, un militar herido en combate, una persona en detención domiciliaria, una pospenada y un firmante de paz, que culminaron este proceso en julio de este año.
“Este es un paso más hacia el afianzamiento del proceso de reincorporación desde la perspectiva colectiva, en donde el trabajo conjunto entre el sector público y privado contribuyen a La Paz y la reconciliación a través del fortalecimiento de los proyectos productivos de las personas en proceso de reincorporación”, expresó Vanessa Caicedo, Coordinadora del Grupo de Corresponsabilidad de la Agencia para la Reincorporación y Normalización.
Sobre los proyectos:
Yuri es una mujer de 28
años que estuvo detenida durante casi tres
años y salió en libertad hace seis.
A través de su experiencia en la cárcel se dio cuenta de que tenía
diferentes habilidades para desarrollar su negocio Alfa y Omega Café Express.
Con esta iniciativa comercializa bebidas frías o calientes (tinto, aromática,
chocolate, milo, café con leche, cola granulada) y algunos snacks en un carro
tintero que diseñó en forma de chiva, único en el mercado. Tiene una ruta
establecida donde comercializa sus productos de local en local y con los
transeúntes de la zona de Soacha.
Fernando es un
exmilitar herido en combate y desplazado por la violencia. Su emprendimiento de
empanadas le ha ayudado a mejorar su calidad de vida y la de su familia
Silvia perdió a su
esposo quien pertenecía a las fuerzas militares y que fue muerto en combate.
Para salir adelante y brindarle un mejor futuro a sus hijos se valió de su don
en la cocina y la creatividad para elaborar nuevos platos con ingredientes diferentes.
Así nació su emprendimiento Cariamor.
Anleidi nació en el
municipio de Ortega Tolima y pertenecía a un cabildo indígena. Su esposo
trabajaba en un proyecto de educación y dictaba clases a niños de una comunidad
indígena de la región. De allí fueron desplazados por la violencia. Actualmente
tiene un emprendimiento con su propia línea de buzos capoteros.
Nastasia es una mujer
madre cabeza de hogar. En 2017 infortunadamente se vio involucrada en un
siniestro vial y se hizo responsable de sus actos. Desde entonces está
cumpliendo su condena de 9 años en prisión domiciliaria. Al poder regresar a
casa inició un emprendimiento con las deliciosas recetas de conservas de
vegetales que hacía su abuela y poco a poco, con ayuda de chefs amigos, logró
perfeccionarlas y estandarizarlas. Ahora tiene su marca IKRA de encurtidos
vegetales.
En Viotá, un grupo de
mujeres campesinas decidió emprender un proyecto que cambiaría sus vidas e
impulsaría el desarrollo económico de su región. Así nació MORÉ Cerámica, un
emprendimiento de piezas artesanales en cerámica que reflejan la riqueza de la
cultura del centro del país.
Este es un proyecto de
mujeres firmantes del acuerdo de paz y mujeres víctimas del conflicto armado
que trabajan por la reconciliación. Su proyecto es totalmente agroecológico y
cuidan el medio ambiente desde la siembra, cosecha y producción de aromáticas.
Se enfocan principalmente en la recuperación de saberes ancestrales de las
mujeres y sus conocimientos de las plantas y sus beneficios para la salud.