El Corral, la cadena de hamburguesas más grande de Colombia con más de 211 restaurantes en 39 ciudades y municipios, viene implementando, desde hace varios años, políticas y programas de inclusión laboral que abren oportunidades de aprendizaje y/o empleo a personas con discapacidad intelectual o cognitiva. De este modo logra integrarlas a sus actividades en los restaurantes desde donde desarrollan una vida laboral en condiciones de igualdad, de mayor autonomía, y donde fortalecen su autoestima y liderazgo, al tiempo que le agregan valor al propósito superior de la marca.
Gracias a estas políticas, El Corral se ha enfocado en crear conciencia sobre prácticas de contratación inclusivas que ayuden a personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (DID) a encontrar oportunidades de empleo competitivas e integradas dentro de sus comunidades.
Por medio de la alianza con la Fundación Best Buddies Colombia, a través de su Programa de Oportunidad Laboral, hoy se encuentran vinculados 40 Amigos del Alma (Personas con Discapacidad Intelectual) dentro de su fuerza laboral y lo convierte en el cuarto empleador más grande de Colombia y Latinoamérica, dentro de la comunidad global de Best Buddies internacional.
Con la Fundación RECA, por su parte, El Corral adelanta programas con cerca de 21 aprendices SENA, algunos de los cuales se vincularon posteriormente para desempeñar diferentes roles en los restaurantes.
“Ha sido un proceso de crecimiento permanente”, afirma por su parte Alejandra Arenas, Directora Ejecutiva de Best Buddies Colombia sobre el trabajo adelantado con El Corral. Y añadió: “Hace 13 años las personas ingresaban a trabajar a El Corral como aprendices y hoy ya tienen un contrato de trabajo directo que les da estabilidad. El Corral es una empresa que se ha tomado muy en serio el programa al generar posibilidades de contratación para esta población, igual que con cualquier otro trabajador regular”.
A pesar de la pandemia, este programa y los puestos de trabajo se han mantenido. El Corral continúa destinando parte de su presupuesto anual en cada una de estas fundaciones para garantizar el acompañamiento y el éxito del proceso de inclusión. Esto sumado al salario mensual -con todas las prestaciones de ley que le permite a estas personas aportar a sus familias y desarrollar sus propios proyectos de vida. Hoy, cerca de 61 miembros del equipo con discapacidad intelectual y de desarrollo (DID) trabajan de cara al cliente como auxiliares de comedor, una posición con alto impacto en el servicio que a diario prestan en los puntos de venta de El Corral. Gracias a su dedicación y empeño son ejemplo para sus demás compañeros.
“Al final del día se cumple nuestro objetivo fundamental: que todo lo que queremos que suceda de la barra hacia afuera, suceda primero de la barra hacia adentro. Esto es, tratar a nuestros empleados con equidad, respeto y consideración, para que esto se traslade al cliente y a todos los que nos visitan”, finalizó Guillermo Botero. “Para lograrlo, debemos hacer que estos valores se vivan al interior de los restaurantes y, con la ayuda de los Amigos del Alma, lo estamos logrando.”