Un reciente estudio de la revista Cardiovascular Research, de la Universidad
de Oxford, concluye que mientras el tabaco acorta la vida en promedio 2,2 años;
el Sida, 0,7 años; la Malaria 0,6 años; y todas las formas de violencia 0,3
años; la contaminación del aire la acorta en promedio 3 años.
En Colombia, según se desprende del informe Valoración
Económica por la Degradación Ambiental, del Departamento Nacional de Planeación
(DNP), la contaminación del aire mata a más de 8.000 personas mayores de 44
años cada año, 2.000 de ellas solo en la capital, reveló recientemente Carolina
Urrutia, Secretaria de Ambiente de Bogotá. De ese gran total, 668 muertes están
asociadas a cáncer de pulmón y 7.362 a enfermedad cardiopulmonar.
Esta condición es atribuible en gran medida a la inhalación
de material particulado (PM), buena parte del cual proviene de las fuentes
móviles; es decir, del parque automotor. En efecto, “en Bogotá y Medellín, por
ejemplo, las principales fuentes de emisión de PM10 son las móviles, con un
aporte superior al 60% -especialmente los vehículos de carga pesada que usan
combustible diésel-. Las fuentes fijas aportan cerca del 40%”, consigna el
informe del DNP.
Del hollín a la tinta
De allí que unos estudiantes del CESA ingeniaron un esfero
hecho de bambú y cuya tinta es elaborada a base de hollín. Su nombre es
BREATHINK, un producto calificado por sus propios creadores como “sencillo y de
uso ordinario”, pero con un valor extraordinario para el cuidado del
medioambiente dado que la tinta de este
esfero es el resultado de un proceso químico sobre el hollín contaminante
generado por el viejo parque automotor que se desplaza por las calles de la
ciudad.