El asistente para astronautas CIMON (Crew Interactive Mobile CompanioN) desarrollado y construido por Airbus para el Centro Aeroespacial Alemán (DLR) ha superado con éxito su bautismo de fuego en el espacio. CIMON y el astronauta alemán de la ESA Alexander Gerst trabajaron juntos durante 90 minutos en el módulo Columbus de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Alexander Gerst vive y trabaja desde el 8 de junio de 2018 en la ISS, y su actual misión Horizons, de seis meses de duración, contempla la realización de una serie de experimentos con CIMON. Se trata del primer asistente para astronautas equipado con inteligencia artificial (IA) que se ha lanzado al espacio. El demostrador tecnológico de la interacción espacial hombre-máquina consiste en una esfera de plástico impresa en 3D, del tamaño de un balón medicinal de 5 kilos de peso.
El 15 de noviembre de 2018 a las 11:40 horas CET, el equipo germano-suizo de la misión CIMON contuvo el aliento en el Centro de control terrestre BIOTESC de la Universidad de Lucerna. Tras dos años y medio de intensos preparativos e innumerables horas de entrenamiento, se podía oír caer un alfiler debido a la enorme concentración y a la emoción que flotaba en el ambiente. Después de cargar el software en la ISS y de una actualización del software del propio CIMON, tras realizar una comprobación de audio y una prueba de la cámara de navegación, Alexander Gerst le echó un vistazo a su nuevo acompañante en la estación espacial y lo puso en marcha. La primicia mundial que supuso el encuentro inicial entre el astronauta alemán de la ESA y asistente de la tripulación robótico capaz de desplazarse de forma autónoma duró 90 minutos.
A continuación, CIMON demostró la navegación autónoma con varios giros y movimientos en todas las direcciones y fue capaz de buscar el rostro de Alexander Gerst y de establecer contacto visual. Para corroborar sus capacidades como asistente, CIMON mostró en su "cara" (una pantalla en el centro de la esfera) las instrucciones para realizar un experimento escolar de cristalización, un vídeo con el cubo mágico de Rubik y reprodujo un tema musical. También probó sus sensores ultrasónicos, que desempeñan una función similar a la de los sistemas de asistencia al aparcamiento en los coches, y, además, grabó un vídeo y tomó una foto de Alexander Gerst utilizando sus cámaras integradas. Finalmente, Alexander Gerst volvió a llevar al asistente de la tripulación a su lugar en el módulo Columbus.
"Con CIMON hemos hecho realidad una visión de Airbus. Se trata de un enorme paso para los vuelos espaciales tripulados que podríamos emprender conjuntamente. CIMON nos ha permitido sentar las bases para los sistemas sociales de asistencia que pueden ser de ayuda en condiciones extremas", afirma Till Eisenberg, jefe del proyecto CIMON en Airbus.
"Es una sensación increíble y una gran alegría comprobar que CIMON ve, oye y entiende, y que también es capaz de hablar. Esta primera tarea real en el espacio representa un momento histórico y significa el lanzamiento de una misión en la ISS que esperamos se prolongue durante mucho tiempo", resume Christian Karrasch, jefe del proyecto CIMON en la agencia espacial alemana DLR. "La interacción con un elemento de inteligencia artificial me fascina. El sistema CIMON es único en su género y se ha diseñado especialmente para funcionar a bordo de la Estación Espacial Internacional. Estamos abriendo nuevos caminos y ampliando el horizonte tecnológico en Alemania.
Para la transmisión de datos, CIMON utiliza la wifi de la Estación Espacial Internacional estableciendo una conexión de Internet con la IBM Cloud por medio de una conexión vía satélite a través de estaciones terrestres. Matthias Biniok, jefe de proyectos en IBM, explica lo que sucede en el cerebro de CIMON: "Cuando se habla con CIMON o cuando se le hace una pregunta, la IA Watson convierte primero la señal de audio en texto que el sistema de inteligencia artificial entiende o interpreta. El sistema Watson de IBM puede comprender el contenido, no solo en su contexto, sino que también capta la intención. El resultado es una respuesta perfectamente adaptada, que se convierte en voz y se envía de vuelta a la ISS, un procedimiento que permite un diálogo natural y dinámico".
Bernd Rattenbacher, jefe de equipo del Centro de control terrestre de la Universidad de Lucerna, afirma: "El enlace de datos con la Tierra se realiza vía satélite con la NASA o la ESA y con el centro de control de Columbus del DLR en Oberpfaffenhofen. Desde allí, la señal nos llega a nosotros, la estación terrestre BIOTESC de CIMON en Lucerna, el Centro de operaciones y soporte al usuario que está conectado a través de Internet con la IBM Cloud en Frankfurt. El tiempo de retardo de la señal en su transmisión a través de los satélites es de 0,4 segundos en una sola dirección. Para garantizar la seguridad de los datos se han establecido numerosos cortafuegos y túneles VPN".
CIMON también tiene formación científica: sus asesores son la Dra. Judith-Irina Buchheim y el Prof. Alexander Choukèr de la Clínica de Anestesiología del Hospital Universitario Ludwig-Maximilian de Múnich. Judith-Irina Buchheim explica: "CIMON puede aliviar la enorme carga de trabajo de los astronautas cuando realizan experimentos o tareas de mantenimiento y de reparación, reduciendo así su exposición al estrés al actuar como un colaborador y un acompañante basado en IA".