Con la llegada de diciembre, el uso del crédito de consumo se dispara en Colombia, impulsado por las compras navideñas y la expectativa del pago de primas. Sin embargo, expertos advierten que el endeudamiento excesivo puede convertirse en una carga difícil de sostener. ¿Cuál es la recomendación para pasar unas fiestas financieramente responsables? Planificar los gastos, evitar créditos informales como el “gota a gota” y priorizar el pago para no iniciar el nuevo año con las finanzas en rojo.
Hernando Espitia, director de la Escuela de Contabilidad y Finanzas Globales del Politécnico Grancolombiano brinda algunos consejos para disfrutar la temporada navideña sin comprometer la estabilidad económica del próximo año:
Hacer un presupuesto claro que incluya regalos, reuniones, viajes y otros gastos estacionales. Definir qué parte del gasto se hará con recursos propios y qué parte requerirá financiamiento, incorporando desde ya en el presupuesto del próximo año el valor de las cuotas.
Evitar los excesos, porque el principal riesgo no está solo en el endeudamiento, sino en la tendencia a sobrepasar los límites del presupuesto definido para regalos, celebraciones o viajes. Lo que comienza como un gasto de “cien mil pesos” termina fácilmente duplicándose o triplicándose bajo la idea de que “no pasa nada”, y ese comportamiento es el que termina generando presiones financieras durante todo el año siguiente.
Mantener disciplina, si el presupuesto para un regalo, una fiesta o unas vacaciones está establecido, debe respetarse. Ajustar los planes al monto disponible no solo evita estrés futuro, sino que permite disfrutar de la temporada sin comprometer la estabilidad económica de los meses siguientes.
Evitar el endeudamiento en la medida de lo posible, y, en caso de ser necesario, es fundamental optar por mecanismos formales y regulados, evitando créditos informales de alto costo que pueden comprometer seriamente la estabilidad financiera de los hogares.
¿Qué tanto se están endeudando los colombianos para las compras navideñas?
Aunque los hogares colombianos reciben más dinero en diciembre, buena parte de esos recursos se agotan rápidamente, y el impacto se siente en enero y febrero, cuando se evidencia un aumento leve en la demanda de crédito y un incremento en la cartera vencida. Este comportamiento refleja una baja planeación de los gastos que se concentran al cierre del año.
Las cifras sugieren que el crédito se ha convertido en una herramienta clave para los colombianos durante esta temporada, porque los hogares se endeudan anticipadamente para cubrir regalos, celebraciones y vacaciones. Para el director de la Escuela de Contabilidad y Finanzas Globales “estos mecanismos, aunque rápidos y de fácil acceso, representan un riesgo significativo para la estabilidad financiera de los hogares, y suelen aumentar la presión de pago en los primeros meses del año”.
El impacto no se ve solo cuando se llega a enero. Cuando los hogares asumen deudas para gastos ocasionales, estas se suman a obligaciones habituales y a pagos estacionales como impuestos, matrículas, tasas y valorizaciones. El resultado es una carga financiera prolongada que puede extenderse durante todo el año, obligando a muchas familias a diferir pagos o a mantener niveles de endeudamiento constantes.
De acuerdo con el análisis de Hernando Espitia “el endeudamiento de diciembre tiende a acumularse, en especial en hogares con baja capacidad de ahorro o aquellos que destinan una parte importante de sus ingresos a gastos básicos”. Además, explica que “no hay datos precisos sobre el endeudamiento que ocurre por fuera del sistema financiero, especialmente en créditos informales caracterizados por tasas de interés elevadas como los gota a gota. Estos deben evitarse por completo. Su costo es demasiado alto y termina atrapando a las familias en ciclos de pago muy difíciles de sostener”.