Uno de los productos alimenticios más importantes para el
ser humano es la leche, contiene nutrientes que son fundamentales en algunos
procesos como el crecimiento en menores de edad. Este lácteo contiene de 3 a
3,5% de proteínas, lo que permite que el cuerpo tenga los aminoácidos
necesarios.
La leche entera proporciona mínimo 3.0% de grasa y 4,5%
de lactosa el cual actúa como la principal fuente de energía para un niño a la
hora de realizar sus actividades físicas. Igualmente el calcio y el fósforo son
sustancias importantes que permiten la formación de los huesos y los dientes, solo
realizando este tipo de procesos el cuerpo consume el 8% de fósforo.
Siendo estas características positivas de la leche,
¿porqué hay personas intolerantes a la lactosa? Alrededor del mundo
aproximadamente el 70% de la población adulta padece este problema y en
Colombia más del 40%, se desarrolla cuando el cuerpo no puede digerir el azúcar
de la leche por falta de lactasa, una enzima que convierte el azúcar en
energía, al no poder procesar adecuadamente este lácteo, causa incomodidades
como dolor abdominal, flatulencias entre otros.
La leche es fuente importante de vitaminas B1, B2 y B12
que ayudan al metabolismo de las proteínas y a la buena formación de los
glóbulos rojos en la sangre manteniendo en buen funcionamiento el sistema
nervioso central, por esto es recomendable consumir de 2 a 4 porciones de
lácteos diariamente.
“Hoy día, las compañías lácteas han puesto en el mercado
varios productos que no contienen lactosa impulsando a la comunidad para que
sigan consumiendo leche, El Pomar S.A. actualmente comercializa leche
semidescremada-deslactosada que además contiene bajos niveles de grasa
ofreciéndole a los consumidores mayor seguridad y confianza a la hora de ser
adquiridos y por supuesto consumidos” aseguró Nelson Molano gerente general El
Pomar S.A.
Generalmente las personas que padecen este problema,
deciden dejar de tomar lácteos para evitar el malestar que genera, por supuesto
existen varias maneras de manejar la intolerancia sin dejar de consumir los
productos, por ejemplo sustituir los alimentos con mayor lactosa por los que
contengan menor cantidad como la leche deslactosada, bebidas que contengan
soya, almendras, avena o arroz.