El sector retail se destaca como una de las industrias más importantes,
por su papel fundamental en la generación de empleo y por ser un impulsor clave
de la economía. De acuerdo con el informe de la Superintendencia de sociedades,
este generó un 17,5% del PIB para el año 2022. Por lo que, para los minoristas
y profesionales de este campo, es vital estar actualizados sobre las tendencias
más relevantes y mantenerse competitivos en un entorno de constante evolución.
"En el comercio minorista moderno, la percepción del cliente entre el retail digital y físico se desvanece, y la expectativa es recibir productos con la misma eficiencia, rapidez y calidad, independientemente del punto de contacto utilizado. Entonces, la tecnología se convierte en la columna vertebral que permite mejorar y potenciar la experiencia, por ello los comercios deben identificar qué tan preparados están. El cliente debe pasar a ser el centro dentro de la estrategia de negocio”, afirma Antonio Rivero, director general para Latinoamérica de Napse.
El que uno de los hábitos de consumo con mayor fuerza sea comprar por internet y recibir los productos sin salir de casa, impulsa al comercio electrónico como uno de los principales transformadores de la industria. Según Statista, para el 2024 habrá un aumento del 31%, completando 351 millones de usuarios en la región. Por su parte, en Colombia, la Cámara Colombiana de Comercio Electrónico asegura que para el tercer trimestre de 2023 se generaron cerca de 140.1 billones de pesos en el valor de transacciones digitales, representando un aumento del 18.1% sobre el mismo período de 2022.
“Este crecimiento obliga a los comerciantes a enfocarse en aspectos logísticos para revolucionar la última etapa del proceso de compra. En algunos casos se implementa el uso de drones y vehículos autónomos. Asimismo, se vuelve de vital importancia que pongan atención en la diversidad de métodos de pago, ya que la flexibilidad es crucial para satisfacer las demandas de un público cada vez más variado y exigente”, afirma Rivero.
Según cifras de PayU, en Colombia las tarjetas de crédito (35%) son el método de pago preferido para las compras en línea, seguido de tarjetas débito (19%), transferencias bancarias (17%), billeteras digitales (14%) y pago contra entrega (10%). De esta manera, es posible ampliar la accesibilidad, mejorar la competitividad, fomentar la inclusión financiera y garantizar una experiencia adaptada a las necesidades individuales.
Por su parte, la experiencia de compra es un factor crucial, como afirma Rivero, “la clave para destacar y fomentar la fidelidad del cliente radica en priorizar la experiencia, tanto en entornos digitales como físicos. La atención cuidadosa a cada interacción crea un lazo invaluable y no solo es una ventaja competitiva, sino que es la puerta de entrada para futuras recompras. En la era actual, donde las opciones son abundantes, la calidad de la experiencia se convierte en el corazón de cualquier estrategia de venta exitosa”.
Uno de los componentes más importantes para el sector seguirá siendo la tecnología y la Inteligencia Artificial, estos continuarán revolucionando la interacción de los minoristas con los clientes. El uso de chatbots y asistentes virtuales seguirán ofreciendo soporte y recomendaciones personalizadas las 24 horas del día. Por su parte, la IA será una herramienta para que las empresas comprendan las tendencias del mercado y adapten sus estrategias de ventas, a través del análisis de datos.
Finalmente, es indispensable que en este análisis de identificar si se está preparado para el futuro retail, los comercios deben ser conscientes que hoy las decisiones de compra se ven influenciadas por sus prácticas de sustentabilidad, esto como respuesta a una conciencia global sobre cuestiones ambientales y sociales. De acuerdo con un estudio realizado por Mercado Libre, la venta de productos con impacto positivo creció 30%, es decir, 4.4 millones de personas en Latinoamérica adquirieron más de 7.6 millones de estos productos en el último año.
La sustentabilidad no es solo una tendencia, sino una necesidad para el retail moderno, ya que estas prácticas resuenan con los consumidores. Por lo tanto, en un entorno en constante evolución, mantenerse al día con las tendencias del sector no solo es una estrategia inteligente, sino una necesidad esencial para garantizar la relevancia y la conexión constante con los consumidores del presente y del futuro.